Síguenos en nuestras redes sociales

La confianza empresarial y los grupos de interés

Hoy es crucial que las organizaciones tomen conciencia de su función social si pretenden alcanzar legitimidad en el medio en que operan.

Todas las personas están en continua interacción con las organizaciones; por ejemplo, entidades de salud, de educación, de servicios, de transporte, etc. Esta situación lleva a que el mundo organizacional sea objeto de reflexión, no solo para los estudiosos de la administración, sino para las personas en general que cotidianamente son beneficiarias o víctimas de las decisiones organizacionales. De allí que sea preciso reflexionar en este espacio de comunicación institucional en torno de gran importancia como lo es la relación de la confianza y los stakeholders (grupos de interés).

La época de las organizaciones
Según el pensador español Fernando Savater (2014, pp. 27-29), cada época ha tenido su personaje emblemático, es decir, aquella persona digna de admiración y cuya característica principal es ser un referente para la sociedad por el aporte que hace a la misma. De hecho, en la Antigüedad el personaje era el héroe; en la Edad Media, el santo; en la Modernidad, el sabio; y en la actualidad es el empresario. Precisamente, de igual manera lo asume la filósofa y asesora de ética empresarial, Adela Cortina (1996), cuando expresa: “El líder empresarial ha venido a destacarse como el paladín de los más admirados valores, como el ejemplo de las más envidiadas cualidades y los más codiciados resultados”. (p. 14)

Dos ejemplos…

Los argumentos de Savater y Cortina se fortalecen con los dos siguientes ejemplos, entre otros:

• Ocho empresarios, a saber: Bill Gates, Amancio Ortega, Warren Buffet, Carlos Slim, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Larry Ellison y Michael Bloomberg, poseen igual riqueza que la mitad más pobre de la población mundial.

• Las ventas de Apple en 2016 superaron el PIB de países como Guatemala, Paraguay y Uruguay.

El mundo gira hoy en torno a las organizaciones, hasta el punto de afirmarse que estamos en la época managerial (Cortina, 1996). Incluso se ha llegado a decir que la resolución de los problemas sociales ya no vienen, como antaño, de la religión y del Estado, sino de las organizaciones (Cortina, 1996; Drucker, 2015).

A su vez, gracias al paulatino “adelgazamiento del Estado”, las organizaciones han ido asumiendo en gran medida, de una manera eficaz y eficiente, cuestiones sociales que antes le pertenecían exclusivamente al Estado benefactor. Así entonces, las organizaciones ganan cada vez más terreno en la vida cotidiana de las personas, hasta el punto en que se puede asentir que el hombre contemporáneo convive en un entorno organizacional.

La capacidad de respuesta a los grupos de interés

Si la organización es el paradigma actual por antonomasia, ello trae consigo una responsabilidad singular por parte de las empresas, pues requieren tener la capacidad de responder de manera adecuada a las expectativas de los grupos de interés para adquirir legitimidad. Sin embargo, si bien hay casos de organizaciones socialmente responsables, también hay empresas cuya única finalidad es la generación de valor económico para sí mismas, olvidando lo mucho que esperan de ella, no solo los accionistas, sino todos los grupos de interés. En este contexto, hoy es crucial que las organizaciones tomen conciencia de su función social si pretenden alcanzar legitimidad en el medio en que operan.

Al respecto es válido recordar a Jack Ma, uno de los más prestigiosos empresarios de China, quien expresó que cuando no se tiene mucho dinero se sabe mejor cómo gastarlo, pero cuando se tiene más de mil millones, ese dinero es la confianza que tiene la gente en quien lo posee, de lo cual se deriva una gran responsabilidad.

En efecto, la responsabilidad empresarial se desprende de la confianza que depositan los diferentes grupos de interés en las diversas empresas. En la actualidad, por ejemplo, no es un secreto el interés de los flujos de capital de los grandes empresarios. Y, más aún: existe un “derecho tácito” de exigir que ese dinero se maneje de la manera más adecuada, pues un movimiento inadecuado puede traer consigo efectos que impactan drásticamente a un número significativo de personas.

En suma, generar confianza se convierte en un elemento esencial dentro del accionar organizacional. Incluso, así lo manifiesta Carlos Raúl Yepes (2017), expresidente de Bancolombia, cuando expresa que no hay nada que genere mejores resultados que una confianza compartida. En esta misma línea de pensamiento se enmarca Savater (2014), quien afirmó: “Inspirar confianza es una virtud imprescindible para cualquier empresa y empresario. Una empresa no puede funcionar, quizá ni siquiera pueda existir, si no inspira un mínimo de confianza”. (pp. 42 – 43)

En conclusión, los empresarios, en la actualidad, son un referente y las organizaciones son el paradigma, lo que genera de hecho una responsabilidad capital, ya que los diferentes grupos de interés tienen puesta su confianza en las empresas, la cual demanda ser satisfecha mediante acciones que los beneficien. Así, únicamente cuando las empresas responden adecuadamente a la confianza de los stakeholders se logra gestar un factor que trasciende lo netamente económico, arribando también a un valor social o, como lo definieron Porter y Kramer (2011), a un valor compartido, donde no solo se mejora la competitividad de las organizaciones, sino también las condiciones económicas y sociales de las comunidades donde estas operan.

 

Por: Carlos Alberto Vargas González
Docente de la Facultad de Ciencias Empresariales de Uniremington
carlos.vargas@uniremington.edu.co


 

Referencias bibliográficas

• Cortina, A. (1996). Ética de la empresa. Madrid: Trotta.
• Drucker, P. (2015). La administración en una época de grandes cambios. Bogotá: Penguin Random House Grupo Editorial.
• Porter, M., & Kramer, M. La creación de valor compartido. Harvard Business Review. Recuperado de: http://bit.ly/2DnsnjY (url con técnica de acortamiento)
• Savater, F. (2014). Ética para la empresa. Bogotá: Penguin Random House Grupo Editorial.
• Yepes, C. (2017). Por otro camino. De regreso a lo humano. Bogotá: Aguilar.
Imagen gratuita: de Daniel Jensen y seleccionada por el autor (copipegada de: http://bit.ly/2EOqG0S / url con técnica de acortamiento).

Glosa: se autoriza la reproducción total o parcial del artículo, siempre y cuando se haga la citación del periódico En-Torno de Uniremington, el texto original, el autor o los autores, así como la propiedad de las imágenes, para no incurrir en la violación de la normativa de propiedad intelectual y de derechos de autor. Palabras clave: Uniremington, periódico En-Torno, ciencias empresariales, confianza empresarial, grupos de interés, legitimidad, función social, accionar organizacional, stakeholders.

Por favor comparte:
RSS
Facebook
Google+
https://blog.uniremington.edu.co/la-confianza-empresarial-y-los-grupos-de-interes/
Twitter
LinkedIn
2318