Ingeniería civil, la carrera que construye la historia y la vida en la ciudad
Medio siglo atrás, en los años 70, Medellín era reconocida como la tacita de plata o la ciudad de la eterna primavera por su cálido clima y su belleza arquitectónica. Era la ciudad que para entonces apenas daba sus primeros asomos de innovación e ingeniería con la construcción del edificio Coltejer, el que sería el más alto del país en esta época y que aún es referente de ciudad en el mundo.
Su emblemática forma de aguja era el símbolo del desarrollo económico que trajo a la ciudad la industria textil y también, referente de los cambios sociales, culturales y territoriales que se empezaban a dar con una de las primeras mega obras de la ciudad que representaba la prosperidad de esta.
La llegada masiva de habitantes de otros territorios del país a trabajar y habitarla se daba paralela a la necesidad de un transporte efectivo que tuviese la capacidad de mover esta gran cantidad de población y que conectara el norte con el sur en un solo recorrido, en poco tiempo. Así fue como se dio inicio a la construcción del nuevo sistema de transporte masivo bajo el nombre Metro de Medellín, empresa que se venía gestando desde años anteriores.
La ciudad pensada por la ingeniería civil se estaba construyendo social, económica y culturalmente, en torno a la proyección de un lugar que ofrecía calidad de vida a sus habitantes y, se pensaba y perfilaba como modelo de innovación y desarrollo en el mundo sin saberlo aún.
Con la llegada del Metro las dinámicas del territorio cambiaron y se hizo consciente el deseo de ser una ciudad moderna y pionera en innovación, entonces el Metro extendió su sistema e implementó sistemas de cable, rutas integradas y buses articulados para mejorar la movilidad de la ciudad.
Estas obras obligaron a pensarse los territorios y llegaron los parques bibliotecas y parques culturales, que ayudaron a cambiar sectores vulnerables y olvidados para hacerlos habitables y amigables y que, además, aportaban al desarrollo cultural de los barrios aledaños, cambiando la imagen de la cuidad.
Hoy, lugares como Parque Explora, Ruta N, Parque de la vida, Clínica del Concejo de Medellín, Parque de Los deseos y Pies descalzos, el Planetario de Medellín y, recientemente, Parques del Río y el Tranvía de Ayacucho rescatado luego de décadas de haberse olvidado, se convirtieron en parte de las construcciones que aportan desarrollo social, cultural y económico.
Así pues, las grandes obras que a diario vemos y habitamos transformaron a Medellín de tacita de plata en territorio innovador para el mundo gracias a la ingeniería civil, una disciplina que piensa, construye y cambia contextos para que otras profesiones sean posibles en los escenarios que esta plantea.
La ingeniería civil construye hospitales para proveer salud, bibliotecas y parques educativos para la educación, parques temáticos para promover escenarios de conocimiento, parques recreativos y zonas verdes para brindar recreación y un ambiente limpio y centros de alta innovación para ofrecer a los habitantes la posibilidad de seguir haciendo de esta, una ciudad referente en el mundo por su capacidad innovadora y sostenible, y sobre todo, un espacio para vivir y construir historias.