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De múltiples culturas milenarias a una sola cultura orbital

Cultura orbital

Desde las culturas milenarias, entre las que se destaca la egipcia y que se extendió durante tres mil años, la especie humana tiende a convertirse en una sola cultura en su pensamiento, en su saber y su forma de ser.


Desde las culturas milenarias, entre las que se destaca la egipcia y que se extendió durante tres mil años, la especie humana tiende a convertirse en una sola cultura en su pensamiento, en su saber y su forma de ser.

Vale anotar que el acorazamiento de la cultura egipcia le permitió permanecer sin mayores cambios durante toda su vigencia, exceptuando fenómenos de mayor envergadura como el tránsito del politeismo al monoteismo.

De la misma manera, las más reconocidas culturas de la antigüedad, tales como: la fenicia, la hebrea, la china, la persa y la romana tuvieron una apreciable duración en el tiempo -aspectos que les dieron este carácter- durante el cual forjaron sus diversas manifestaciones, realizaciones y conquistas.

Los historiadores dan cuenta de que estas culturas nacieron hace miles de años generando un conjunto de conocimientos, saberes y costumbres que han constituido la base fundamental para el avance social al que hemos llegado en la actualidad, el cual consideramos acelerado en comparación con otras épocas. Las lenguas, las religiones, el vestuario, las prácticas rituales, la alimentación, la constitución de las familias y los grupos humanos les dieron a cada una su particularidad.

En diversos portales web en los que narran los hallazgos antropológicos sobre ciertos rasgos que distinguen a las culturas milenarias, se puede encontrar, por ejemplo, que la escritura cuneiforme de los sumerios en nada se asemeja a los quipus incas, mientras que los dioses y prácticas religiosas de los chinos pocas similitudes tienen con el contexto de las comunidades africanas.

Ahondando en este recorrido histórico, los sumerios comenzaron a plasmar su idioma mediante pictogramas que representaban palabras y objetos; investigadores de la materia han revelado que la escritura cuneiforme es una de las formas más antiguas de expresión escrita, de acuerdo con los registros arqueológicos y la cual se usó por primera vez 3400 a.C.. Por su parte, los incas utilizaron nudos en ramales de cuerdas de varios colores, hechas de lana o algodón, en las cuales, expertos en la materia han podido descifrar palabras o mitos de esta cultura; de hecho, esta técnica llamada quipus, es comparada hoy con un sistema binario similar al que utilizan los computadores.

Religiones, rasgos determinantes de las culturas

En cuanto al aspecto de las religiones en estas culturas, los expertos en la materia aseguran que existen grandes diferencias, en algunas de ellas son bastante notorias. Para la muestra, la religión china es politeísta y con ciertos elementos del chamanismo; además, influenciada por el budismo, el confucianismo y el taoísmo, en la que se incluye la veneración de los ancestros y el culto a dioses naturales o astros como la Luna y el Sol.

Lo contrario ocurre en África; allí sobresalen las religiones del cristianismo y el islamismo, aunque también existen pequeñas comunidades judías y otras que practican cultos hindúes, budistas y taoístas.

En el fondo, lo anterior referencia una idea de lo diferente que puede llegar a ser el concepto de lo ultraterreno, pero que al final de cuentas nos une como comunidad, sin importar el lugar del mundo en el que nos hallemos.

Ahora bien, las diversas civilizaciones también se han distinguido por sus formas de vestir, lo cual, desde la antigüedad ha demarcado una sectorización, un estatus o ciertas castas. Actualmente, es muy útil remitirnos a portales web en distintos idiomas para indagar sobre este aspecto. Incluso, se encuentran fotografías que nos ilustran sobre las grandes diferencias entre las prendas de vestir que utilizaban los chinos antiguos y los indígenas mayas, por citar un ejemplo; y cómo cada cultura demarcaba el estatus de las personas mediante sus ropajes.

En suma, es de reconocer que fueron culturas asentadas de manera sólida en estas expresiones, a partir de las cuales hubiese sido posible que se perpetuaran en la historia, salvo los hechos que generaron su mutación. Por lo mismo, estas fueron desapareciendo sin hacer contraposiciones de peso a las fuerzas que se les oponían y a otras, que con mayor poder, continuaron marcando caminos, formando imperios y entregando a la posteridad un rico legado en diferentes campos.

Es válido resaltar que entre varios legados, hay uno en especial que influyó en centenares de generaciones: el Derecho Romano, plataforma esencial de la normatividad en el mundo occidental. En efecto, varios de los direccionamientos de esa época hoy se aplican con gran similitud. Así pues, existen muchas transferencias de rasgos culturales que han transcendido y se han modificado para adaptarse al mundo moderno y acordes con las necesidades emergentes.

Un mundo hiperconectado 

Lejos de los pequeños o grandes adelantos experimentados por las culturas, el impacto crucial frente al modo de comunicarnos en el siglo XXI nos proyecta hacia una nueva y única cultura mundial, uniforme en todas sus manifestaciones.

El muy acelerado avance en el mundo de las comunicaciones y la tecnología, hoy nos posibilita el conocimiento simultáneo de los sucesos de cualquier rincón del mundo, de las maneras como actúan las personas que allí viven, sus formas de pensar, de actuar o de vivir. En este contexto, la internet ha marcado una gran revolución en este aspecto.

Por su parte, las redes sociales son otros canales que han contribuido a la globalización del mundo moderno. A través de ellas, más allá de conocer virtualmente muchos ambientes, costumbres y demás aspectos de un lugar, también podemos entablar relaciones con personas que, en apariencia, podrían ser muy diferentes a nosotros dadas sus culturas, pero que en realidad comparten muchas similitudes.

Así, por ejemplo, en este instante, una joven de 16 años en una población de la China, puede consultar en su teléfono móvil los estilos de corte y color de cabello que están de moda en la Ciudad Luz, así como descubrir que es el mismo que hace pocos días le hicieron en un lujoso establecimiento del más cercano centro comercial de su residencia.

Hay que reconocer que hace algunos años, el desconocimiento o poco manejo de un determinado idioma era un limitante para viajar a otros países. Sin embargo, hoy existen múltiples tecnologías que facilitan  comunicarnos con otros interlocutores sin importar qué lengua hablen. Precisamente, uno de los inventos más revolucionarios, desarrollado por un grupo de ingenieros radicados en Nueva York, es el audífono que traduce conversaciones en tiempo real, al igual que se puede procesar información de forma simultánea con la comunicación establecida.

En breve, con los acelerados avances tecnológicos y comunicacionales, no serán necesarios, en pocos años, idiomas diferentes y estilos de vida que separen esta masa planetaria.

Imágenes copipegadas de: https://shutr.bz/2rvJJVf  y http://bit.ly/2rhoaZe  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado).

Por:

Adriana Patricia Cano Mesa

Comunicadora – Uniremington

acano@uniremington.edu.co

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