Imposición de las Batas blancas
Compromiso, responsabilidad ética y sensibilidad humana
Análisis – Reflexión
Imposición de las Batas blancas
Compromiso, responsabilidad ética y sensibilidad humana
La ceremonia de la imposición de las batas blancas a los estudiantes de Medicina, que contextualiza la transición de las ciencias básicas a las rotaciones clínicas, más allá de ser un acto protocolario, también enmarca el gran propósito de recordarles la importancia de la comprensión y empatía con sus pacientes. De hecho, durante esta solemnidad, los futuros médicos plasman la promesa de siempre mantener una actitud y comportamiento profesional con sus compañeros, maestros, estudiantes, la comunidad, y desde luego, con sus pacientes.
En particular, la investidura de la bata blanca establece un primer paso en el desarrollo profesional que busca formar un médico empático, humanístico y comprometido, además de que este asuma un compromiso de una autoformación constante en su quehacer cotidiano, así como fortalecer y especializar su profesión médica después del pregrado.
Cada vez que en Uniremington, desde la Facultad de Ciencias de la Salud, hacemos la imposición de las batas blancas –blancura impecable en todos los sentidos–, recalcamos los valores del compromiso, la responsabilidad ética y la sensibilidad humana que deben caracterizar a nuestros estudiantes de Medicina a lo largo de su carrera para que evolucionen como los mejores profesionales de la salud del mañana.
Igualmente, la simbología de las batas blancas confluye en el pacto de la entrega total a los pacientes. Es el momento donde los estudiantes se comprometen a priorizar a sus pacientes por encima de cualquier interés o circunstancia que surja durante el transcurso de su ejercicio profesional. En este sentido, la investidura de la bata blanca también representa la renuncia a la avaricia, a la falta de ética, a la mentira y al abandono de sus pacientes.
Es este un momento donde se revitalizan las palabras y la puesta en marcha de nuestra vocación, dedicación, perseverancia, deseo y amor por nuestra profesión. Por ello, aquel que carezca en su corazón de alguna de estas actitudes ha buscado entonces la medicina para una finalidad que no existe.
Recuerden muy bien que no todo lo legal es ético; y no todo lo ético es legal. Nunca se comporte de acuerdo con su ambiente si no de acuerdo con su moral.
Adicionalmente, la investidura de la bata blanca también empeña la palabra de nuestros futuros médicos para utilizar la mejor evidencia científica, la cual debe estar orientada a tomar las decisiones de tratamiento de los pacientes procurando su mayor beneficio.
Es indudable que el profesional médico tendrá que afrontar diferentes situaciones o sentimientos: miedo a tomar decisiones trascendentales o a llevar a cabo algún procedimiento vital; temor ante posibles demandas; diversas insatisfacciones; la muerte de personas que eran nuestros pacientes; el fracaso de algún procedimiento médico y enfrentar complicaciones inesperadas.
Perseveren y nunca se rindan en relación con sus pacientes, aun cuando sea necesario acompañarlos y apoyarlos hasta su muerte. Estén preparados para enfrentar el fracaso. No esperen aplausos; la medicina no es un deporte ni un concierto; recuerden que el paciente y sus seres queridos esperan siempre la excelencia.
Ahora bien, manténganse saludables para precisamente promover la salud; sean felices para transmitir la alegría; sean espirituales con un respeto frente a las creencias de los demás; aprendan a trabajar en equipo, ya que este siempre es mejor que el trabajo individual mal concebido.
En suma, la ceremonia de la imposición de las batas blancas simboliza una promesa a cumplir por parte de nuestros médicos en potencia para ser humanistas, con empatía; ser éticos; comprometidos y estudiosos durante toda su carrera formativa, así como respetuosos de los profesionales de la salud que nos rodean y nos aportan con su experiencia y consejos. Asimismo, sean siempre deferentes con sus compañeros, sin vanagloriarse ni competir para ser mejor que nadie. Su mayor reto es ser competidor con usted mismo. Sean humildes, responsables, sinceros, comprometidos, preparados, amistosos, tolerantes y enérgicos.
Estudiantes del programa de Medicina de Uniremington: alcancen el nivel de educación máximo posible; no se conformen. Dediquen el tiempo necesario y suficiente a la investigación para que se provean de nuevos conocimientos y hacerlos prácticos en su profesión.
Siempre representen a su escuela de Medicina de manera honorable; aprecien profundamente a su alma mater que les ha brindado una formación con amor, dedicación y calidad.
Finalizo con una cita del médico pediatra argentino Florencio Escardó: “Ningún médico puede valer más de lo que vale como hombre, realizar más de lo que realiza como hombre, ni significar más de lo que significa como hombre. No se puede ser un gran clínico y ser vanidoso, no se puede ser un gran sabio y ser interesado, no se puede ser un buen médico y ser un servil” –intelectual, agrego yo–.
Por:
Humberto Martínez Urrea
Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de Uniremington
hmartinez@uniremington.edu.co