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La cultura del lenguaje en Colombia, una mixtura de extranjerismos y coloquialismos (I)
Cultura del lenguaje en Colombia

En dos entregas, en primer lugar, esbozaré una brevísima reflexión sobre esa mixtura de extranjerismos y coloquialismos en nuestra cultura de habla hispana; y en un segundo capítulo, plasmaré unos ejemplos concretos de términos y frases que enmarcan dicho fenómeno. En dos entregas, en primer lugar, esbozaré una brevísima reflexión sobre esa mixtura de extranjerismos y coloquialismos en nuestra cultura de habla hispana; y en un segundo capítulo, plasmaré unos ejemplos concretos de términos y frases que enmarcan dicho fenómeno. Ahora bien, en el titular, nombro solo a Colombia como “sede” de esa cultura de dicha mezcla –indiscriminada, en mi opinión– de extranjerismos (especialmente, anglicismos) y expresiones coloquiales, sobre todo porque es el país del cual soy nativo y en donde cohabito; sin embargo, es necesario reconocer que esta práctica también es rutinaria en otras regiones latinoamericanas, como por ejemplo, México, en donde la “excusa” es ser vecino fronterizo de los Estados Unidos y la gran cantidad de mexicanos que allí migran –y emigran– y que van y regresan al país “manito”. También puedo nombrar, sin entrar en detalles de antecedentes, a Panamá, Argentina, Costa Rica, Nicaragua, e incluso, Puerto Rico. En estos países, cuyos primeros idiomas oficiales es el español, la cultura del lenguaje –bien o mal–se caracteriza por la mixtura a la que me refiero en este artículo. Los extranjerismos innecesarios  Debo hacer una clasificación que básicamente utilizan los defensores del idioma español en relación con los extranjerismos. Para el efecto, retomo unas definiciones textuales de la licenciada Natalia Álvarez, publicadas en: “Revistadigital” (Inesem – Business School (http://bit.ly/2uvDuY1 / Url con técnica de acortamiento aplicado): “En ocasiones da lugar a un calco, estas implican la idea de traducción del término como en baloncesto de basketball en inglés o falso amigo del francés faux amis.  Otras veces la traducción no resulta sencilla bien porque no existe un equivalente apropiado o bien porque hay que utilizar muchas palabras para designar el significado. En esos casos es cuando se opta por adoptar la palabra como tal, como la palabra “chat” que ya se ha integrado totalmente en el léxico español y esto da lugar a los préstamos y los extranjerismos.  Los préstamos son las palabras incorporadas que sufren modificaciones fonéticas o gráficas para adaptarse a las normas de la lengua de destino, por ejemplo: fútbol de football en inglés o corsé del francés corset. Los extranjerismos, son aquellas que se importan sin modificaciones y las que causan más controversia ya que si bien a veces son necesarios, otras veces se utilizan por razones de distinción o por ignorancia del equivalente en español. (El resaltado en negrilla, es mío.) […] En el otro extremo se sitúan aquellos extranjerismos cuyo uso es totalmente innecesario: pagar en cash (efectivo), montar un show (espectáculo), hacer un tour (gira), contar followers (seguidores), estar encantado de ser single (soltero) y muchos más. Tanto su uso como el número de términos extranjeros que utilizamos, casi todos procedentes del inglés, aumenta a gran velocidad en todos los ámbitos, la prensa, el deporte, el trabajo, la moda, la tecnología, etc. Esto se debe a múltiples factores: por un lado, la gran exposición que sufrimos al inglés y, por otro, la rapidez en los medios de comunicación que facilita el contacto y el trasvase entre unas y otras lenguas”. (El resaltado en negrilla, es mío.) En lo particular, los extranjerismos innecesarios son los que, desde mi punto de vista, “afectan” más la cultura comunicativa en los países de habla hispana. En este contexto, también hay que aceptar que la mixtura tiene otra razón de ser: la “generación Y”, denominados como “milenial” (30 años de edad o menos) son los que más usan extranjerismos, en especial, porque sus fuentes de búsqueda y comunicación son el internet y las redes sociales, en donde abundan los extranjerismos, las “abreviaturas del lenguaje” y la comunicación por símbolos. El abuso de los coloquialismos regionales En el marco de la dinámica de nuestro idioma, la Real Academia Española de la lengua, ha tenido que ser flexible y abierta a aquellas expresiones que se afincan en los países de habla hispana, bien sea como términos que se desprenden de otras palabras antiguas del castellano o porque son tradicionales en una región y acogen un significado que enriquecen las alternativas de nuestro idioma. En este contexto, por ejemplo, existe un diccionario especializado de colombianismos y americanismos. Y de hecho, en el diccionario oficial de la RAE (el DRAE), al buscar el significado de ciertas palabras, hay una orientación frente al uso o equivalencia en algunos países determinados. Sin embargo, como se dice en la filosofía popular: “todos los extremos son malos”. No es recomendable abusar de los coloquialismos en ciertos textos o medios que ameritan un lenguaje universal, debido a la diversidad de públicos que los pueden leer o escuchar; y sobre todo, cuando, afortunadamente, ya no hay fronteras “invisibles” en el ciberespacio. Desde el punto de vista de las generaciones, se puede generalizar, que los coloquialismos provienen o son muy utilizados por adultos mayores o “Baby Boomers”, como los nombran en el idioma inglés (nacidos en el segundo y tercer cuarto del siglo XX), e incluso, por la “generación X” (entre 30 y 54 años de edad), la cual le sigue, cronológicamente. En mi opinión, hay ocasiones que no debemos arriesgar la claridad del mensaje por ser exageradamente populistas, y particularmente, en medios de comunicación que ya no son de carácter parroquial, siendo claro en que esto lo expreso sin menosprecio por los medios alternativos y locales que son de gran apoyo para muchas regiones apartadas de nuestro país. Continuará… Por:Imágenes copipegadas de: http://bit.ly/2vWiPwD, http://bit.ly/2vq5gUv y http://bit.ly/2vtLXZ1  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los url tienen técnica de acortamiento aplicado). César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

Escribir para publicar, especialmente en la academia (y III)

En esta tercera ý ultima entrega de esta serie temática, reseño unas pautas adicionales que creo pueden ser útiles para ese esquema general que todos debemos tener en cuenta al momento de escribir con el propósito de publicar un escrito específico.   En esta tercera y ultima entrega de esta serie temática, reseño unas pautas adicionales que creo pueden ser útiles para ese esquema general que todos debemos tener en cuenta al momento de escribir con el propósito de publicar un escrito específico. En relación con el ítem de la segunda entrega: “Proceso para elaborar un artículo científico publicable”, agrego otros consejos básicos: Revise textos clásicos o buena literatura relacionada con el tema que usted está tratando y observe cómo inician esos escritos. Le pueden servir de modelos. Decida qué orden dará al texto, apoyándose en la tabla de contenido o esquema elaborado antes de la consulta bibliográfica. Es muy importante que el autor piense en el lector o público al que va dirigido su texto y le presente, en consecuencia, un escrito claro, coherente y que se constituya en una experiencia de aprendizaje. Para escritos en español, evite precisamente el uso de palabras que no estén españolizadas o que no tengan una circulación amplia entre el público al que va dirigido texto. Abstenerse de utilizar palabras mal configuradas o con fallas en su construcción gramatical. Por ejemplo: investigamiento, relacionamiento, discursividad, lecturabilidad, escriturabilidad, problémico, referencialidad, adultización, juvenilización, representacional, pedagogizar, internalizar, agendación, redimensionamiento, gerenciamiento, entre otras. Evite usar, en lo posible, lo que se denomina como: “frases hechas” o “frases de cajón”, las cuales, al final, poco o nada aportan al texto. Por ejemplo: “oposición en clave de resistencia”; “la lógica de la economía del consumo”; “la cultura de la violencia”; “la lógica racional de las necesidades” o “la lógica individual de las apariencias”; “reproducción en clave de caricatura”; “realzar la relevancia”; “estudios a nivel de deserción escolar”; entre otras. La importancia del método de escritura Muchos autores enfatizan en la importancia de un método de escritura, ya que este permite la elaboración del manuscrito mediante un proceso ordenado, coherente y lógico, reduciendo los esfuerzos de revisión y reescritura. Eso sí, es casi que imposible obtener la versión final en el primer borrador. Usualmente, los evaluadores interpretan “una presentación pobre del manuscrito” como una falta de interés o de rigor, de tal forma que se aumentan las probabilidades de que rechacen el texto. En este contexto, un proceso coherente podría resumirse en los siguientes tres pasos básicos: Preparar las tablas-figuras del manuscrito y los párrafos en que se discute sobre su contenido. Escribir las secciones del escrito, aplazando para el final los apartes de la introducción, las conclusiones y el resumen. Realizar la revisión final de estilo. El estilo El estilo tiene que ver en la forma como el autor escribe; si bien este es un aspecto subjetivo, existen unos principios básicos, y de alguna forma universales, que muchos autores reiteran en sus tratados sobre esta temática. Algunos parámetros, son: Oraciones precisas, concretas, informativas y simples, evitando las “verdades generales” o las frases que no aportan hechos concretos. Se debe facilitar la lectura usando frases y párrafos cortos. No se deben presentar explicaciones largas sobre principios bien conocidos o teorías que son propias del cuerpo de conocimientos especí-ficos de los potenciales lectores. Un principio de gran importancia: hay que separar los resultados de su interpretación (es una técnica que facilita la lectura). Hay que tener en cuenta que la escritura deficiente es una causa de rechazo por parte del editor, incluso antes de que los pares hayan revisado el manuscrito. Recomendaciones para la revisión del texto No se detenga en perfeccionar la escritura; lo primero es lo primero: escriba; luego, dé una mirada global al texto para empezar a hacer los ajustes que requiera. Lea como escritor y pregúntese: ¿se entiende este escrito?, ¿qué hay que mejorar?, ¿el escrito dice exactamente lo que está en mi mente? Lea como lector: incorpórese en la mente de su posible lector: ¿entiende lo que dice el texto?, ¿está de acuerdo?, ¿qué opinión le merece? Hable con un lector real: pídale a un colega que le dé su concepto sobre el texto. Recíbalo como un aporte para mejorar. Imagine un diálogo con el lector: ¿qué preguntas podría hacerle sobre su texto?, ¿cómo le respondería usted? Adopte una actitud crítica: relea el texto como si fuera un crítico implacable. Busque todo lo que los lectores puedan cuestionar. “No dore la píldora”; sea crudo en su crítica. Lea el texto en voz alta: el oído es un excelente medio para detectar cacofonías, falencias… ¿Le gusta cómo suena su escrito? Compare planes: retome la versión original, su tabla de contenido y compare con el texto ya terminado. ¿Ha olvidado algo?, ¿le sobra algo?, ¿responde a su pregunta inicial? Subraye o resalte: lea el texto y resalte lo que no le gusta. Así podrá ajustarlo hasta que quede satisfecho. No abuse de recursos como los conectores: pueden oscurecer más que aclarar su escrito. A modo de conclusión En la vida académica se pueden presentar aciertos y errores en la publicación de artículos. Un análisis intensivo de dichos aciertos y errores puede generar una mejora significativa en la aceptación de los artículos por parte de las revistas y congresos. En especial, los investigadores en formación, deben desarrollar habilidades de comunicación escrita y, particularmente, destrezas coherentes con la publicación de manuscritos científicos. Reitero: todo lo que he dejado plasmado en esta serie son aspectos que no configuran un “articulado normativo”, sino que se convierten en unas pautas flexibles, las cuales he compilado de diversos textos pedagógicos sobre redacción de textos y de conceptos de especialistas en esta temática.   Bibliografía recomendada:   CASSANY, Daniel. La cocina de la escritura. 6ª ed. Barcelona: Anagrama, 1998. CORREA RESTREPO, Lorenza. Actualización del lenguaje. 4ª ed. Primera reimpresión Medellín: Sello Editorial Universidad de Medellín, 2010. GRIJELMO, Álex. La gramática descomplicada. 1ª ed. en Colombia. Bogotá: Taurus, 2007. ICONTEC. Trabajos escritos: presentación y referencias bibliográficas. Sexta actualización. Bogotá: ICONTEC, 2008. INSTITUTO CERVANTES. Saber escribir. 3ª reimpresión en Colombia. SÁNCHEZ LOBATO, Jesús (Coord.). Bogotá: Aguilar, 2007. MOLINER, María. Diccionario de uso del español. 2 tomos. 3ª ed. Madrid: Gredos, 2007. PAREDES, Elia. Prontuario de lectura, lingüística, redacción, comunicación oral y nociones de literatura. 2ª ed. México: Limusa, 2008. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición. Madrid: Espasa Calpe S. A., 2001. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario esencial de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe S. A., 2006. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario panhispánico de dudas. Bogotá: Santillana, 2005. SERAFINI, María Teresa. Cómo redactar un texto. Barcelona: Paidós, 1999. Imágenes copipegadas de: http://bit.ly/2khdAlO, http://bit.ly/2vpVT5L  y http://bit.ly/2oGXSPQ  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

Escribir para publicar, especialmente en la academia (II)

Tal cómo me comprometí, publico una segunda entrega de esta serie (por ahora), cuyo contenido fue el segundo bloque de una exposición semididáctica o instructiva, que realicé en abril de 2016 en un evento organizado por la Vicerrectoría de Investigaciones de Uniremington realicé una exposición que denominé: “Escribir para publicar…” Proceso para elaborar un artículo científico publicable Tal cómo me comprometí, publico una segunda entrega de esta serie (por ahora), cuyo contenido fue el segundo bloque de una exposición semididáctica o instructiva, que realicé en abril de 2016 en un evento organizado por la Vicerrectoría de Investigaciones de Uniremington realicé una exposición que denominé: “Escribir para publicar…” Para retomar una ilación temática, en el escrito pasado resumí diversos aspectos acerca de las generalidades sobre la diversidad del texto y los textos académicos, enfatizando en el artículo científico. En esta ocasión, reseñaré diversos elementos que hacen parte del proceso para elaborar un artículo científico publicable, aclarando que son aspectos que no configuran un “articulado normativo”, sino que se convierten en unas pautas flexibles, las cuales he compilado de diversos textos pedagógicos sobre redacción de textos y de conceptos de especialistas en esta temática.    Pautas preliminares Elección y delimitación del tema: puede ser mediante un mapa conceptual o un cuadro sinóptico; se facilita la búsqueda de las fuentes. Planteamiento del contexto en el que se ubica el tema (época histórica, condiciones socioeconómicas, estado del conocimiento y de la ciencia en el momento en el cual se inscribe el tema). Éste es un elemento imprescindible para su comprensión y explicación. Recopilación de material sobre el tema: si el objeto de estudio es un intangible (teórico), probablemente las fuentes y los instrumentos sean textos; pero si el objeto es tangible muchas de las fuentes pueden no estar escritas aún: encuestas, entrevistas, trabajo de laboratorio, audiovisuales… Lectura y ordenación de los documentos: elaboración de fichas. Las fichas pueden ser: de cita textual, de resumen o de reflexiones o ideas que surjan después de la lectura. Unificación de las reflexiones surgidas de la lectura: juicios de valor: razonamientos sólidos que resulten convincentes.   Esquema de redacción Quien escribe debe hacerlo con la perspectiva de su futuro o potencial lector. No se trata solo de escribir por escribir o por publicar. Lo que el investigador escribe debe tener importancia para alguien (el mismo que le dará sentido a la publicación). En este esquema hay dos elementos inseparables: La expresión: elementos propios de un escrito científico (claridad, orden, sencillez, precisión y concisión). Estructura externa y forma de presentación.   Igualmente, es importante tener en cuenta las siguientes características: Acomodar las ideas a los párrafos: aunque los párrafos estén formados por varias oraciones, en conjunto, deben expresar una sola idea. Utilizar adecuadamente los marcadores textuales o conectores: permiten la ilación. Evite las repeticiones innecesarias, las cuales no contribuyen a aclarar las ideas; al contrario, las hacen más confusas y únicamente sirven para abultar el texto. Evitar las frases hechas o de cajón, como por ejemplo: “Este es mi humilde aporte…”, “Queremos contribuir con un granito de arena”… A veces expresan una falsa modestia que nada tiene que hacer en este tipo de textos. Permitir que un tercero lea su trabajo antes de cerrar el proceso, así no se sienta cómodo. Una persona ajena al texto puede observar algunas “fallas” o elementos que al autor se le pasen por alto en su propia revisión. Elementos claves para un hilo conductor de la redacción Al llegar a este parte del proceso de redacción, surge la pregunta que casi todos nos hemos hecho: ¿por dónde empiezo? A continuación, compilo algunas recomendaciones que pueden ayudar a encontrar el hilo conductor del artículo:  La idea piloto: es recomendable elaborar una oración completa que sirva de guía. Es válido recordar, que para que haya oración debe haber un verbo conjugado en forma personal. Por ejemplo, si el tema fuera sobre educación y desarrollo, la idea básica de partida podría ser: “La educación es el motor del desarrollo” o “Sin una sólida educación no podrá haber desarrollo • sostenible”… A partir de la idea piloto se configuran las demás ideas que van a componer el texto, siguiendo un orden determinado. Relacionar la idea piloto con un contexto, esto es, con su experiencia personal. Por ejemplo: ¿qué sucede en usted cuando lee un aviso que dice: “Leer es cultura”? Intente describir su reacción ante este mensaje: qué conducta asume usted; qué sensación le produce: rechazo, acatamiento, se une a la campaña, por qué lo hace, etcétera. Nota: la lista bibliográfica de apoyo la detallaré en la última entrega de esta serie.Continuará… Imágenes copipegadas de: http://bit.ly/2tmfNg8, http://bit.ly/2uINdsD, http://bit.ly/2uQ11mi y http://bit.ly/1LKrjE0  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

Cultura y conciencia

En cada país o región, las poblaciones tienen sus creencias y sus costumbres muy particulares de comportamiento en sociedad, hábitos que conocemos como cultura. En cada país o región, las poblaciones tienen sus creencias y sus costumbres muy particulares de comportamiento en sociedad, hábitos que conocemos como cultura. Muchas de ellas han germinado, cultivado y desaparecido con el paso de los años, mientras que otras han permanecido o evolucionado. Estas culturas han determinado las maneras de pensar y de actuar de las personas que las han conformado. Las culturas en las que se han sembrado las semillas del desarrollo de oriente a occidente, de norte a sur, en todas las etapas de la raza humana, han tenido manifestaciones, tanto positivas como negativas, y las cuales han dejado importantes legados para cada nueva generación que los heredan. Precisamente, es necesario destacar a culturas como la egipcia con sus construcciones milenarias; la griega con su pensamiento y su saber; la romana con su militarismo; y a las animistas. forjadoras de potentes dioses que todavía son mencionados. Así, por ejemplo, la historia da cuenta de que los griegos fueron los primeros que utilizaron la razón, abriendo a paso a diversos saberes teóricos y aplicados, tales como la arquitectura, la literatura, el teatro, la ingeniería y la medicina; la técnica y la tecnología, y a la concepción del Estado como hoy lo conocemos. De hecho, Sócrates, Platón y Aristóteles son nombres que todavía están vigentes por sus doctrinas e ideologías. En definitiva, la civilización griega del comienzo aportó elementos fundamentales que hoy nos permiten concebir y asumir el mundo moderno. Por otra parte, la Roma de hace siglos, también dejó un valioso legado cultural, el cual se extendió por vastos territorios sobre los que marcó profundas huellas. Entre sus más destacados aportes están el derecho romano, importantes elementos para la religión cristiana, el arte de la oratoria, el latín –idioma base de la mayoría de las lenguas romances–. Es válido anotar que entre los precursores de la cultura occidental, plasmados en textos literarios, históricos y de investigación, todavía figuran escritores, filósofos, historiadores y médicos de origen romano y de alto reconocimiento. De sus inventos más relevantes pueden mencionarse: los acueductos, el cemento y las técnicas quirúrgicas en la medicina. En cuanto a los egipcios, los historiadores hablan de sus grandes aportes a la humanidad, que han sido esenciales para el desarrollo de la sociedad. A ellos se les atribuye el incentivar los movimientos populares, la creación de técnicas para el planteamiento y solución de problemas, el método algebraico, el sistema decimal y las fórmulas matemáticas complejas, así como los jeroglíficos, estos últimos considerados la escritura más antigua del mundo. En breve, los orígenes del método científico, de la fabricación del vidrio y de la navegación a vela, así como el descubrimiento del calendario de 365 días, también tienen sus inicios en la civilización egipcia. El lado oscuro de las culturas De la misma manera como estas culturas, en términos generales, fueron artífices de obras constructivas para que el ser humano ampliara su conocimiento y su conciencia, también protagonizaron manifestaciones negativas para los seres humanos de su época (esta información puede ampliarse en libros históricos y en el espacio cibernético). Ahora bien, sin desconocer los grandes logros como los ya mencionados, hay que reconocer que, a lo largo de la historia, diferentes civilizaciones se centraron en diversas formas de agradar a sus dioses para obtener beneficios y para lo cual entregaban algo a cambio, siendo el sacrificio humano una práctica común en muchas de esas culturas en diferentes rincones del mundo. Los estudiosos de la materia han publicado cientos de estudios que hablan sobre los sacrificios en las diferentes culturas. Solo por hacer un breve recuento, en el antiguo Egipto, algunas personas decidían morir voluntariamente para hacer honor a sus dioses o a su rey; por su parte, la cultura china ancestral estuvo marcada por la dinastía Shang, en la cual, hombres jóvenes eran sacrificados y enterrados sin ninguna de sus pertenencias, también se sacrificaban niños y bebés de manera violenta. Igualmente, el pueblo Celta también fue conocido por sus rituales de sacrificios: enterraban una espada en la espalda del hombre y luego observaban sus movimientos hasta que moría; y todo ello en nombre de su religión Sin embargo, los rituales cruentos más conocidos fueron los llevados a cabo en la América precolombina, por parte de las culturas de los Aztecas, los Incas y los Mayas, tribus indígenas que realizaron grandes y devastadores sacrificios humanos, tanto de voluntarios como de aquellos que denominaban como enemigos o prisioneros, tanto niños y adultos. Sus prácticas son reseñadas por antropólogos e historiadores como desgarradoras y violentas. En síntesis, hay que aceptar esas grandes obras constructivas de esos diferentes grupos humanos milenarios. Cultura y conciencia: no importa la cultura a la que se pertenezca porque ningún ser humano decide dónde nacer, pero el ser humano sí es responsable de asumir sus actos, más allá del ambiente en el cual ha sido preparado para la vida y debe tomar conciencia de las implicaciones de su manera de obrar. Cada quien debe hacer su propio juicio del medio en el que vive y actuar para fortalecer lo que sea pertinente, retomando lo que es positivo de otras culturas y desechando lo que implica sacrificios. Lo cierto es que la cultura no tiene la culpa. ¿Cuánto daño se ha forjado a partir de las creencias y las ideologías? Es tiempo de liberarnos de todas estas ideas que pueden hacer daño a la integridad del ser humano. Imágenes copipegadas de: http://bit.ly/2uJLf90,  http://bit.ly/2ube8hA  y http://bit.ly/2u6izte  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado) Por: Adriana Patricia Cano Mesa Comunicadora – Uniremington acano@uniremington.edu.co

Escribir para publicar, especialmente en la academia (I)

El segundo artículo que publiqué en Edublog, en la categoría “Educación”, lo titulé: “Leer para escribir…” (6 de abril de 2017). El segundo artículo que publiqué en Edublog, en la categoría “Educación”, lo titulé: “Leer para escribir…” (6 de abril de 2017). Y hago esta acotación introductoria para fundamentar el artículo actual: “Escribir para publicar, especialmente en la academia”, el cual considero es una pertinente continuación de ese primer texto en el que afirmé en su entradilla: “Dejo a su consideración esta reflexión en la cual enfatizo al final sobre el buen hábito de leer para intentar escribir para otros y no para nosotros mismos”. Debo incluir una apostilla adelantada: en abril de 2016, realicé una exposición que denominé: “Escribir para publicar…”, en un evento realizado por la Vicerrectoría de Investigaciones de Uniremington en el auditorio de la institución. Precisamente, me permitiré retomar la estructura resumida de esa ponencia, en dos entregas, proponiendo algunas pautas que coinciden en diversos textos especializados en esta temática y que se orientan especialmente al público universitario. Generalidades sobre la diversidad del texto ¿Cómo te imaginas tu artículo? Desde el punto de vista de su estructura interna, los géneros discursivos, y en particular los géneros académicos y científicos, se caracterizan por el predominio de un tipo de secuencia: Narrativo: presenta una historia, expone un suceso o una serie de sucesos. La trama narrativa se caracteriza por presentar hechos organizados temporalmente o basados en una relación de causa-efecto. Importa también el contexto en que suceden los hechos y los personajes que hacen parte de ellos. Descriptivo: presenta objetos, personas, lugares, sentimientos, utilizando detalles concretos; pone en evidencia la percepción que tiene el autor a través de sus sentidos. La trama descriptiva presenta especificaciones y caracterizaciones de objetos, personas o procesos a través de sus rasgos distintivos. Se acumulan datos e impresiones, lo que permite aprehender el objeto descrito como un todo. Expositivo: presenta y explica ideas, sujetos y argumentos; aclara fines y muestra la organización; explora y presenta información; se basa en hechos y objetivos; informa, describe y explica, y busca claridad. Por ejemplo: informes, exámenes, cartas, ensayos, manuales, literatura científica, noticias, entrevistas, etcétera. Argumentativo o persuasivo: presenta hechos, problemas, razonamientos de acuerdo con una opinión, que normalmente es la del autor. Se organiza una demostración a partir de un tema, proposición o hipótesis. Se explican y confrontan ideas, se acumulan pruebas, se ejemplifica y se llega a determinadas conclusiones que pueden ser explícitas o no. Tiene como objetivo influir y modificar opiniones. Pone énfasis en el intelecto o las emociones. Por ejemplo: ensayos, artículos de opinión, ensayos, cartas, editoriales, literatura científica, etcétera. En general, es válido anotar que en los géneros académicos hay un notable predominio de la secuencia expositivo-explicativa y de la argumentativa. Los textos académicos Los más comunes en este ámbito, son: el informe de lectura, el resumen, la relatoría, el protocolo, el ensayo y el artículo científico. Informe de lectura: composición que tiene como propósito fundamental suministrar una determinada información sobre otro texto (escrito, auditivo, visual o audiovisual) y desplegar, de forma expositiva, un análisis y una síntesis alrededor de él. Importante: el informe de lectura debe aprovecharse para ampliar el vocabulario; aportar ideas que enriquezcan el bagaje conceptual y hacer comparaciones y deducciones al establecer relación con conocimientos previos. El resumen: síntesis de un texto constituido por ideas principales, el cual debe caracterizarse por la coherencia con la estructura del texto original y el paralelismo en la exposición. Importante:  Lo mejor es no subrayar apartes en la primera lectura porque todo puede parecer importante o esencial. Es conveniente organizar las ideas de izquierda a derecha. Esta sugerencia obedece a que en nuestra lengua (cultura) empezamos a escribir por la izquierda. En breve, las ideas principales deben ubicarse a la izquierda, mientras que las secundarias o de apoyo, a la derecha. En general, el resumen también debe ser revisado para realizar los ajustes de ortografía, sintaxis y puntuación necesarios para que el texto sea claro y coherente. Las relatorías: ejercicios de reflexión individual sobre las lecturas previas a un encuentro académico. Las relatorías son reflexiones u opiniones que son producto de la lectura que cada quien haya hecho. No debe confundirse con un resumen. Su propósito fundamental es formular en forma clara y explícita los problemas e interrogantes planteados por el texto. El ensayo: puede definirse como la libre expresión de ideas argumentadas. Reflexiona sobre un tema, pero no lo agota. Su extensión es variada. Importante: cuando el ensayo oscila entre las dos y las tres páginas, sobran los subtítulos. Cuando tiene un número de páginas mayor puede recurrirse a varios sistemas: uno, subtitulando; otro, separando las partes significativas del ensayo con numerales. Además, es preciso que cada uno de los apartes del ensayo estén interrelacionados o con una ilación bien construida. “Los ensayistas de oficio saben que las verdades son provisionales, que toda doctrina contiene también su contrario, que todo sistema alberga una fisura. Y el ensayo, que es siempre una búsqueda, no hace otra cosa que “hurgar” o remover en esas grietas de las estructuras. Digamos que el ensayo -puro ejercicio del pensar- es el espejo del propio pensamiento”. (Vásquez Rodríguez, Fernando. El ensayo: diez pistas para su composición. Ver: http://bit.ly/2uLBbeW) El artículo científico: es un aporte a la comunidad científica. Cada área del saber utiliza métodos y formatos propios. En general, el artículo científico es un producto de investigación. Por ello, tiene una estructura base para su presentación. Estructura:  Resumen: entre 200 y 400 palabras que describen el contexto en donde se ubica el problema y el resultado general de la investigación. Palabras clave: entre cuatro y ocho palabras (o frases) que indiquen de qué trata el texto. Es muy importante la selección de estas palabras, pues ellas servirán de base para la búsqueda de los textos, sobre todo, en internet. Introducción: es un texto en el cual se describen brevemente los principios o teorías que sustentan el trabajo, el problema de investigación que se trata de resolver en el trabajo propuesto, los referentes teóricos en los que se apoya y los objetivos propuestos. Cuerpo del trabajo: es el estudio en sí, normalmente estructurado en varias partes o capítulos con sus respectivos subtítulos. Para los títulos se recomienda mayúscula fija y para los subtítulos solo mayúscula inicial. Continuará… Imágenes copipegadas de: http://bit.ly/2sNGedr, http://bit.ly/2sNzyfq y http://bit.ly/2tu8nbF (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Nota: la lista bibliográfica de apoyo la detallaré en la última entrega de esta serie. Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

La tecnología para el lenguaje español: ¿un mal necesario?
La tecnología y el lenguaje español

Con el título de este artículo puedo parecer extremadamente ortodoxo; una persona aficionada a las murallas, incluso, adepto a Donald Trump con su proyecto de que los mexicanos construyan un muro que los “aísle” del territorio incólume de los Estados Unidos. Con el título de este artículo puedo parecer extremadamente ortodoxo; una persona aficionada a las murallas, incluso, adepto a Donald Trump con su proyecto de que los mexicanos construyan un muro que los “aísle” del territorio incólume de los Estados Unidos. Ahora sí, desarrollo un poco más la cuestión (“- ?”: ver tabla final: Diccionario SMS) para lo que hago un bosquejo básico de la tecnología en general. Es innegable que la tecnología, y desde luego, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), se convierte en un delta mundial, de cuatro puntos cardinales, cuyo riego lleva insumos determinantes para el desarrollo y progresos de millones de poblaciones, aunque también muchas quedan rezagadas en este aspecto. En este contexto, remarco, entre muchos aspectos, el impacto de la tecnología basada en la mensajería instantánea, la que está enmarcada en herramientas conocidas como: SMS (mensajes de texto), el chat, el wasap, Microsoft Messenger, BlackBerry BBM, Skype, Google Talk, entre otras. Precisamente, a partir de lo anterior, me centro en las abreviaturas que se han impuesto en las redes sociales y en todos los idiomas, lo cual no puede convertirse en aquel coloquio de nuestra cultura que reza: “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Y es que indudablemente, esas abreviaturas que hacen parte del lenguaje “tecnológico”, se han convertido en un deformador de nuestro idioma español, lo que en definitiva ya se establece como un mal necesario, dizque en beneficio de una comunicación más ágil y fluida. Algunos defienden esas abreviaturas… Retomo un aparte del artículo: “El impacto de la tecnología en el lenguaje”, publicado en Espectador.Com , periódico digital uruguayo, el cual también cita a Carlos Jones, profesor de idioma español y miembro de la Academia Nacional de Letras y de la Real Academia Española. “Esta tendencia a abreviar palabras, cuyo principal grupo lo constituyen los jóvenes del siglo XXI a través de los mensajes de texto, no nace de la explosión de la telefonía celular ni del chat. Anteriormente hubo otros grandes inventos de la humanidad que ya utilizaban palabras abreviadas para la comunicación. Por lo menos así es como lo ve Jones: ‘El telégrafo fue un gran invento. Pero yo me acuerdo que a mí, en la escuela, me enseñaban a escribir telegráficamente. ¿Y cómo se escribía un telegrama?, se suprimían artículos, preposiciones, se colocaban las partes de una oración de determinada manera para poder abreviar palabras. No es algo que se ha inventado ahora... Todos nosotros cuando tomábamos apuntes en clases, entre los cuales me incluyo, no escribíamos `que´, escribíamos una `q´, con una tilde si se trataba de un `qué´ enfático. No escribíamos `para´, escribíamos una `pa´ o no escribíamos `por´ sino que hacíamos el símbolo de multiplicar. Según sea la tecnología el invento de la nueva escritura será uno u otro’, enfatizó La mayor cantidad de letras en los mensajes de texto se vuelve más caro debido a que los celulares tienen un límite establecido de 160 caracteres, por lo que las personas tratan de no superar ese espacio para ahorrar un mensaje. Todo esto lleva a abreviar palabras, sumado al poco conocimiento del idioma español que tienen los jóvenes. Este es un tema que preocupa mucho a los docentes”. (el resaltado es mío). Otros no están de acuerdo… Copipego del mismo texto de Espectador.Com, otra opinión al respecto de esas abreviaturas nacidas de la tecnología misma: “En tanto, los profesores de secundaria coinciden en que la tendencia de los alumnos es escribir cada vez menos y utilizar palabras raras o fuera de lenguaje académico mínimo exigido por los docentes. Es por eso que en muchos de los casos los alumnos trasladan su forma de expresión virtual a una hoja de escrito. Ana María La Luz es profesora de Sociología y Derecho […], la consultamos sobre este tema: ‘Eliminan las vocales. Si van a poner `que´ ponen simplemente `q´. Pero el tema puntual es que hasta la propia palabra mensaje en un escrito de sociología sobre el tema de la cultura, hablando sobre mensajes culturales, un alumno me escribió algo así como `SMS cultural´. A la hora de corregir me costó identificar qué es lo que me quería decir, pero ya directamente ni la palabra mensaje escriben y ese tipo de lenguaje no sólo lo utilizan en el celular, lo utilizan en todo […] En este ejemplo que les mencionaba anteriormente, me pasó que en la corrección el alumno me pregunta que era lo que yo le había subrayado, hasta que se dio cuenta y me dijo: `que horrible profesora, disculpe´. Es algo que ya lo tienen como un comportamiento automatizado. Para que un escrito esté bien desde el punto de vista académico, no sólo tiene que tener un buen contenido, sino además la forma en que se expresan, la redacción, etcétera’. (El subrayado es mío). Para finalizar entonces –por ahora– esta temática de las abreviaturas que deforman el español y para mí, un mal necesario propiciado por la tecnología y las TIC en el lenguaje español, cortapego una parte del listado que publicó Espectador.Com. Ustedes deciden si lo asumen para descifrar códigos “tecnológicos” o los aplican para una comunicación “fluida” en las redes sociales: Diccionario SMS cuestión - ?     Abecedario - abc calcetines - klztnes demasiado - d+iao Aburrido - abrrdo calimocho - klimoxo deprimido - dwn además - ad+ cállate - kyat desde - dsd adiós - a2/bye cama - kma diapositiva - diapo al menos - al - demasiado - d+iao día - da amarillo - amryo deprimido - dwn días - dd año - ñ desde - dsd dinero - $ años - aa diapositiva - diapo dirección - dir aunque - a1q día - da cabeza - kbza ayuda - sos días - dd café - kf cabello - kbyo baja - bj dinero - $ cine - fx bastante - bstant/b stnt dirección - dir colchón - c8n beber - bbr cabeza - kbza colegio - clgio belleza - byeza café - kf compañerp - cmpa besitos - besit2 calcetines - klztnes contesta - cntsta beso - b calimocho - klimoxo cansado - knso butaca - butak cállate - kyat bueno - weno de - d decir - dcir dedos - d2 cama - kma camiseta - kmiz   cumpleaños - qmple/qmplaños   Imágenes copipegadas de:  http://bit.ly/2tjExcz; http://bit.ly/2th120I y http://bit.ly/2tgZXpH (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

La utilidad del corrector de estilo para la comunidad académica

Estaba en mora de editar una segunda entrega complementaria (a la que me comprometí) del artículo: “Pilares gramaticales básicos en el mundo académico”, la cual se publicó el 30 de mayo de 2017 en Edublog (categoría “Educación”), en la intranet institucional de Uniremington. Precisamente, en el artículo al cual hago referencia, afirmé que es pertinente ampliar un poco más el “argumento del por qué es útil que la comunidad académica tenga claras las funciones de un corrector de estilo y redacción, y la importancia de interiorizar las pautas de ese proceso para editar sus productos académicos, literarios, comerciales y hasta de relaciones públicas y corporativas”.  De ahí el título de este breve escrito: “La utilidad del corrector de estilo para la comunidad académica”. Así como en la primera entrega, en esta ocasión retomo la mayor parte del artículo que publiqué en En – Torno, periódico institucional de Uniremington (septiembre de 2016), y el cual titulé: “Redacción con estilo… (y 2) - Perfil y funciones de un corrector”. “[…] Vale recordar, por ejemplo, que son esenciales los pilares gramaticales para un buen escribir. Ahora bien, enfatizo en que la corrección de estilo va más allá de escribir bien o subjetivamente bonito, por lo cual se trata es de aplicar conocimientos específicos sobre una disciplina –la lingüística– en los escritos, para que todo mensaje que se transmita se comunique con la efectividad y la coherencia gramatical pertinentes en cualquier texto que vaya a cualquier audiencia lectora. Hace poco participé de un curso masivo en línea implementado por “México Digital” (Televisión educativa) y la Secretaría de Educación Pública de México (SEP), y el cual se denominó: “Inducción a la corrección de estilo”. Precisamente, varios conceptos que aquí expreso, los retomo de ese curso formativo y de actualización sobre esta la labor específica de un corrector de estilo editorial. Pues bien, respondiendo en gran parte a ese interrogante, retomo literalmente un argumento que se acentuó en el curso del cual hice mención: ‘[…] En el área editorial, la corrección de estilo se refiere a la revisión que se hace de los originales con el fin de corregir erratas, gazapos, galimatías y detectar errores ortográficos, morfosintácticos o lexicosemánticos; de sentido, o sea, la coherencia global, local y la cohesión entre párrafos; y el estilo editorial de la empresa, institución o dependencia, lo cual se refiere a la normativa en cuanto a tipografía, elección de términos permitidos (extranjerismos, préstamos, neologismos, anfibologías, por mencionar algunos), guarismos, acentuación de diacríticos, estilos de citación y referencias (APA, Chicago, Vancouver, MLA, Oslo, entre otros), etcétera’. (Retomado de: http://bit.ly/2sr1Y1U) Se recomienda que toda organización, empresa o institución, formalice un manual de estilo: ‘El manual de estilo es una herramienta que contiene todos los criterios relacionados con la tipografía, singularidades gramaticales, convenciones ortográficas, especificaciones bibliográficas, minucias de escritura de segmentos legales y cualquier otro tema que se requiera tomar en cuenta para la redacción de un material. En ocasiones, también incluye características de ilustración, diseño, animación o programación (si es el caso). Se utiliza en los medios de difusión impresa y sirve de apoyo en el proceso de evaluación de la calidad, para comprobar que el producto textual acabado cumpla con los estándares y no contenga errores relacionados con el idioma y demás criterios que se convengan en dicho manual’. (Retomado de: http://bit.ly/2sr1Y1U) Pautas básicas para un corrector de estilo En la primera entrega, di una puntada haciendo alusión a que ese “estilo” que se pule, es el que indudablemente soporta un buen escrito, una exposición y hasta aquellos escritos impregnados de demagogia que abundan en el mundo (muchos en Colombia). En este contexto se puede hablar entonces de que el corrector de estilo tiene unos deberes. Para el efecto, me permito hacer una paráfrasis de un aparte del curso: “Inducción a la corrección de estilo” del que participé recientemente, enumerando algunas de esas pautas: ‘Aunque parece obvio, no lo es tanto: un corrector de estilo debe saber con la mayor certeza posible, cuáles fuentes de consulta puede utilizar para resolver aquellas inquietudes que surjan en el proceso de revisión de los textos. […] El corrector de estilo, no por prevención frente al autor, debe “desconfiar” del texto y, al mismo tiempo, confiar en su intuición. En ese orden de ideas, no debe dar por hecho que una palabra que “le suene mal” está mal escrita o viceversa. Hay que consultar la fuente más apropiada. Aunque es la experiencia la que da ciertos atributos al corrector de estilo, hay que madurar ese “sexto sentido” para sospechar o descubrir plenamente un plagio. Para constatar, en la actualidad existen diversos buscadores de internet o softwares especializados para detectar estos “fraudes” en los textos’. […]   Los autores del curso “Inducción a la corrección de estilo”, en el cual me baso en gran parte para la elaboración de este artículo, literalmente afirman:   ‘La profesión (del corrector) no es fácil y se complica más porque se tiene el tiempo muy justo. Sin embargo, es una labor muy noble, pues se contribuye a que el mensaje que se desea transmitir sea comprensible para los receptores’. (Retomado de: http://bit.ly/2sr1Y1U)    Finalmente, una corrección de estilo siempre será recomendable y una corrección ortotipográfica es indispensable e imprescindible”.   Imágenes copipegadas de: http://bit.ly/2ttYHgC ; http://bit.ly/2sBW2Bx  y http://bit.ly/2ogkKbP   (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

De múltiples culturas milenarias a una sola cultura orbital
Cultura orbital

Desde las culturas milenarias, entre las que se destaca la egipcia y que se extendió durante tres mil años, la especie humana tiende a convertirse en una sola cultura en su pensamiento, en su saber y su forma de ser. Desde las culturas milenarias, entre las que se destaca la egipcia y que se extendió durante tres mil años, la especie humana tiende a convertirse en una sola cultura en su pensamiento, en su saber y su forma de ser. Vale anotar que el acorazamiento de la cultura egipcia le permitió permanecer sin mayores cambios durante toda su vigencia, exceptuando fenómenos de mayor envergadura como el tránsito del politeismo al monoteismo. De la misma manera, las más reconocidas culturas de la antigüedad, tales como: la fenicia, la hebrea, la china, la persa y la romana tuvieron una apreciable duración en el tiempo -aspectos que les dieron este carácter- durante el cual forjaron sus diversas manifestaciones, realizaciones y conquistas. Los historiadores dan cuenta de que estas culturas nacieron hace miles de años generando un conjunto de conocimientos, saberes y costumbres que han constituido la base fundamental para el avance social al que hemos llegado en la actualidad, el cual consideramos acelerado en comparación con otras épocas. Las lenguas, las religiones, el vestuario, las prácticas rituales, la alimentación, la constitución de las familias y los grupos humanos les dieron a cada una su particularidad. En diversos portales web en los que narran los hallazgos antropológicos sobre ciertos rasgos que distinguen a las culturas milenarias, se puede encontrar, por ejemplo, que la escritura cuneiforme de los sumerios en nada se asemeja a los quipus incas, mientras que los dioses y prácticas religiosas de los chinos pocas similitudes tienen con el contexto de las comunidades africanas. Ahondando en este recorrido histórico, los sumerios comenzaron a plasmar su idioma mediante pictogramas que representaban palabras y objetos; investigadores de la materia han revelado que la escritura cuneiforme es una de las formas más antiguas de expresión escrita, de acuerdo con los registros arqueológicos y la cual se usó por primera vez 3400 a.C.. Por su parte, los incas utilizaron nudos en ramales de cuerdas de varios colores, hechas de lana o algodón, en las cuales, expertos en la materia han podido descifrar palabras o mitos de esta cultura; de hecho, esta técnica llamada quipus, es comparada hoy con un sistema binario similar al que utilizan los computadores. Religiones, rasgos determinantes de las culturas En cuanto al aspecto de las religiones en estas culturas, los expertos en la materia aseguran que existen grandes diferencias, en algunas de ellas son bastante notorias. Para la muestra, la religión china es politeísta y con ciertos elementos del chamanismo; además, influenciada por el budismo, el confucianismo y el taoísmo, en la que se incluye la veneración de los ancestros y el culto a dioses naturales o astros como la Luna y el Sol. Lo contrario ocurre en África; allí sobresalen las religiones del cristianismo y el islamismo, aunque también existen pequeñas comunidades judías y otras que practican cultos hindúes, budistas y taoístas. En el fondo, lo anterior referencia una idea de lo diferente que puede llegar a ser el concepto de lo ultraterreno, pero que al final de cuentas nos une como comunidad, sin importar el lugar del mundo en el que nos hallemos. Ahora bien, las diversas civilizaciones también se han distinguido por sus formas de vestir, lo cual, desde la antigüedad ha demarcado una sectorización, un estatus o ciertas castas. Actualmente, es muy útil remitirnos a portales web en distintos idiomas para indagar sobre este aspecto. Incluso, se encuentran fotografías que nos ilustran sobre las grandes diferencias entre las prendas de vestir que utilizaban los chinos antiguos y los indígenas mayas, por citar un ejemplo; y cómo cada cultura demarcaba el estatus de las personas mediante sus ropajes. En suma, es de reconocer que fueron culturas asentadas de manera sólida en estas expresiones, a partir de las cuales hubiese sido posible que se perpetuaran en la historia, salvo los hechos que generaron su mutación. Por lo mismo, estas fueron desapareciendo sin hacer contraposiciones de peso a las fuerzas que se les oponían y a otras, que con mayor poder, continuaron marcando caminos, formando imperios y entregando a la posteridad un rico legado en diferentes campos. Es válido resaltar que entre varios legados, hay uno en especial que influyó en centenares de generaciones: el Derecho Romano, plataforma esencial de la normatividad en el mundo occidental. En efecto, varios de los direccionamientos de esa época hoy se aplican con gran similitud. Así pues, existen muchas transferencias de rasgos culturales que han transcendido y se han modificado para adaptarse al mundo moderno y acordes con las necesidades emergentes. Un mundo hiperconectado  Lejos de los pequeños o grandes adelantos experimentados por las culturas, el impacto crucial frente al modo de comunicarnos en el siglo XXI nos proyecta hacia una nueva y única cultura mundial, uniforme en todas sus manifestaciones. El muy acelerado avance en el mundo de las comunicaciones y la tecnología, hoy nos posibilita el conocimiento simultáneo de los sucesos de cualquier rincón del mundo, de las maneras como actúan las personas que allí viven, sus formas de pensar, de actuar o de vivir. En este contexto, la internet ha marcado una gran revolución en este aspecto. Por su parte, las redes sociales son otros canales que han contribuido a la globalización del mundo moderno. A través de ellas, más allá de conocer virtualmente muchos ambientes, costumbres y demás aspectos de un lugar, también podemos entablar relaciones con personas que, en apariencia, podrían ser muy diferentes a nosotros dadas sus culturas, pero que en realidad comparten muchas similitudes. Así, por ejemplo, en este instante, una joven de 16 años en una población de la China, puede consultar en su teléfono móvil los estilos de corte y color de cabello que están de moda en la Ciudad Luz, así como descubrir que es el mismo que hace pocos días le hicieron en un lujoso establecimiento del más cercano centro comercial de su residencia. Hay que reconocer que hace algunos años, el desconocimiento o poco manejo de un determinado idioma era un limitante para viajar a otros países. Sin embargo, hoy existen múltiples tecnologías que facilitan  comunicarnos con otros interlocutores sin importar qué lengua hablen. Precisamente, uno de los inventos más revolucionarios, desarrollado por un grupo de ingenieros radicados en Nueva York, es el audífono que traduce conversaciones en tiempo real, al igual que se puede procesar información de forma simultánea con la comunicación establecida. En breve, con los acelerados avances tecnológicos y comunicacionales, no serán necesarios, en pocos años, idiomas diferentes y estilos de vida que separen esta masa planetaria. Imágenes copipegadas de: https://shutr.bz/2rvJJVf  y http://bit.ly/2rhoaZe  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Por: Adriana Patricia Cano Mesa Comunicadora – Uniremington acano@uniremington.edu.co

Escribir todo en mayúscula, ¡GRITA!

El 15 de mayo de 2017, publiqué en “Edublog” (blog institucional de Uniremington alojado en la intranet “Unired”), el artículo “Educándonos en netiqueta…”. En dicho escrito, solamente mencioné someramente como un consejo que “[…] no escribas en mayúsculas sostenidas; ello equivale prácticamente a gritar, a no ser que esa sea la intención […]”. El 15 de mayo de 2017, publiqué en “Edublog” (blog institucional de Uniremington alojado en la intranet “Unired”), el artículo “Educándonos en netiqueta…”. En dicho escrito, solamente mencioné someramente como un consejo que “[…] no escribas en mayúsculas sostenidas; ello equivale prácticamente a gritar, a no ser que esa sea la intención […]”. Pues bien, sigo observando diariamente en manuscritos y bocetos de estudiantes, e incluso de profesores, un uso indiscriminado –aunque creo, no malintencionado–, de palabras o frases extensas en mayúsculas sostenidas, y sin ningún sustento. Y es por ello que me atrevo a dedicar una reflexión más amplia al uso indebido –desde los puntos de vista gramatical y de estilo– de las mayúsculas en nuestro idioma español. Comienzo con un diálogo imaginario de un chat “AMIGABLE” con una persona “novelesca”: - Señor Corrector, ¿sobre que tratará la columna de esta edición? - La verdad, no sé… - ¿CÓMO?,  ¿NO SABE? - Apenas estoy pensando… Ya sé: las mayúsculas sostenidas y lo desagradables que son en un texto normal… - ¿Y ESO SÍ LLAMA LA ATENCIÓN PARA LEER? - Primero, por favor no me grite; segundo, de pronto sí, quizá no… lo que sí sé, es que con solo mayúsculas no voy a llamar la atención del lector. ¡HASTA OTRO DÍA¡ Aclaración: las falencias ortotipográficas son propias del interlocutor “novelesco”. Como cualquier tema que no esté involucrado con las ciencias exactas, el asunto de la objeción de “NO ESCRIBIR FRASES TOTALMENTE EN MAYÚSCULAS”, es discutible, subjetivo y hace parte del gusto de cada quien, sin adjetivar. La cuestión es que, sea de nuestro agrado o no, las normas y protocolos albergan desde la forma en que debemos nacer y hasta el ideal de nuestro fin mundano. En todo caso, dentro de mi parcialidad y ortodoxia frente al buen escribir para una cualificada comunicación, me uno al equipo del resto del mundo que, firme y radical, opina que un texto, parcialmente o en su totalidad, con caligrafía netamente en mayúsculas es “AGRESIVO”, dificulta su “LECTURA” y su secuencia, además de ser poco estético y agradable. En una de mis fuentes de consulta primarias –Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española– encuentro lo siguiente: “Mayúsculas. La escritura normal utiliza habitualmente las letras minúsculas, si bien, por distintos motivos, pueden escribirse enteramente con mayúsculas palabras, frases e incluso textos enteros (→ 2); pero lo usual es que las mayúsculas se utilicen solo en posición inicial de palabra, y su aparición está condicionada por distintos factores.”  (Tomado de: http://lema.rae.es/dpd/ - Artículos temáticos – Mayúsculas) Es válido reiterar que hasta para el uso de la Internet, especialmente en lo referente a los blogs y al intercambio de mensajes y correspondencia a través del correo electrónico, hay unas normas o recomendaciones en este mismo sentido. Ya sabemos que es un protocolo denominado “Netiqueta”  y que agrupa una serie de convenciones que “ordenan” (así lo dice el sitio web que consulté y que referencio más adelante) el comportamiento en espacios virtuales. Netiqueta de las mayúsculas Al respecto, Netiqueta incluye en el listado las siguientes orientaciones: “10. Utiliza mayúsculas y minúsculas correctamente. LAS MAYÚSCULAS DAN LA IMPRESIÓN DE QUE ESTUVIERAS GRITANDO. Ni que decir tiene que, escribir líneas y párrafos enteros en mayúscula, es de pésima educación”. Pero como casi todo en la vida, hasta este tipo de normas contempla sus excepciones. Para la muestra, la irreverente publicidad, por lo general nos hace latente el predominio de las mayúsculas sostenidas en sus diseños. También los textos jurídicos, administrativos e informativos nos hacen saber del poder de sus letras en altas; no es coincidencia la sensación psicológica de agresividad y autoritarismo que ellas generan. Sobre este aspecto, el  Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española, afirma: “[…] 2.2. Se utiliza la escritura en mayúsculas con el fin de destacar determinadas frases o palabras dentro de un escrito. Así, suelen escribirse enteramente en mayúsculas: […] d) En textos jurídicos y administrativos —decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias—, el verbo o verbos que presentan el objetivo fundamental del documento: CERTIFICA, EXPONE, SOLICITA. e) En textos de carácter informativo, las frases que expresan el contenido fundamental del escrito: Por orden expresa de la dirección, se comunica a todos los empleados que, a partir de ahora, ESTÁ PROHIBIDO FUMAR DENTRO DE LAS DEPENDENCIAS DE LA EMPRESA. f) Los textos de los carteles de aviso, para asegurar su visibilidad: SE RUEGA NO FUMAR; PROHIBIDO EL PASO. […]” (Tomado de http://lema.rae.es/dpd/ - Artículos temáticos – Mayúsculas) Para finalizar, parafraseo otras opiniones resumidas que me encontré al respecto en mi rutina de navegar por la internet. Así, por ejemplo, alguien argumentó que muchas personas escriben frases enteras en mayúsculas sostenidas con la equivocada creencia de que pueden evitar poner tildes o cierta puntuación; o que otros lo hacen por egocentrismo; incluso, hay quienes dicen que tratan de ayudar al miope. En fin, de estos mínimos supuestos podrían salir razonamientos amplios que no cubriríamos con miles de letras altivas y soberbias. En cualquier caso, mi opinión terca y radical es que escribir todo en mayúscula, ¡GRITA! Imágenes copipegadas de: https://goo.gl/T35EQM  y https://goo.gl/kvjTXn  (Pixabay: banco de imágenes gratuito / Los URL tienen técnica de acortamiento aplicado). Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

La deficiencia gramatical y ortográfica reduce ventas por internet
Ortografía y redacción internet

Sí… quién lo creyera, pero es una triste realidad sobre la que vienen hablando, hace más de cinco años, expertos en los negocios y empresas con interacción virtual. Y sienten un mayúsculo desgano –este sí, real– con la siguiente paradoja: las TIC son los canales virtuosos del siglo XXI para entidades públicas y privadas, en aspectos como su mercadeo, ventas, compras, transacciones, etc., sin embargo, ese poderío en línea se ve estropeado por lo que algunos se atreven a denominar como: “simples fallas ortográficas” y por las falencias ortográficas de aquellas personas a quien se les encomienda esta delicada labor, la cual hoy es, una especie de rol “técnico-gramatical-literario”.   Imagen copipegada de: https://goo.gl/oh5Wun  (Pïxabay: banco de imágenes gratuito) Sí… quién lo creyera, pero es una triste realidad sobre la que vienen hablando, hace más de cinco años, expertos en los negocios y empresas con interacción virtual. Y sienten un mayúsculo desgano –este sí, real– con la siguiente paradoja: las TIC son los canales virtuosos del siglo XXI para entidades públicas y privadas, en aspectos como su mercadeo, ventas, compras, transacciones, etc., sin embargo, ese poderío en línea se ve estropeado por lo que algunos se atreven a denominar como: “simples fallas ortográficas” y por las falencias ortográficas de aquellas personas a quien se les encomienda esta delicada labor, la cual hoy es, una especie de rol “técnico-gramatical-literario”. Y valga decir que este fenómeno no solamente se nota en las páginas web y redes sociales en español; también aquellas editadas en otros idiomas, especialmente en inglés, sufren con la deficiencia gramatical y ortográfica, la cual reduce, en muchos casos, las ventas de una empresa digital o la credibilidad de entidades de diverso tipo. Varios puntos de vista… y convergen. A continuación, comparto con ustedes unos pocos conceptos foráneos acerca de este asunto. Y digo pocos, porque al analizar más de diez reflexiones en mi navegación en internet, al final, con distintas palabras e ilaciones, convergen en la misma conclusión, la cual se las cedo a ellos de manera literal. En primer lugar, retomo a Charles Duncombe, director del grupo Just Say Please, de Gran Bretaña, quien además dirige sitios de internet de viajes, teléfonos móviles y ropa. Precisamente, en 2011, este especialista concedió una interesante entrevista a la BBC Mundo (edición electrónica), dejando algunas afirmaciones, las cuales parafraseo: La mala ortografía es un problema serio para la economía en línea. Los errores de gramática y ortografía pueden disminuir a la mitad las ventas de un sitio web. Un análisis de las cifras de un sitio web con faltas de ortografía reveló que esto puede reducir las ventas en línea hasta en un 50 %. “Cuando vendés o comunicas algo en Internet, el 99% del tiempo lo hacés por medio de la palabra escrita”, explicó Duncombe. “Duncombe insiste que a la hora de contratar personal se ha visto sorprendido ‘por la mala calidad de su inglés escrito’”. Duncombe le aseguró a BBC Mundo que: “[…] el gran problema para las empresas en línea no es la tecnología, sino la búsqueda de personal que sepa escribir correctamente”. Duncombe también declaró a BBC Mundo que: “[… es posible identificar el impacto específico de un error de ortografía en las ventas: midió los ingresos de sus visitantes a una página con un error y halló que el ingreso fue dos veces mayor luego de que error se corrigió”. “La ortografía es importante para la credibilidad de un sitio web”, expresó Duncombe. Argumentó también que las preocupaciones del usuario por el flagelo de los fraudes y la seguridad al navegar, obligan tener corrección en lo básico como lo es el aspecto gramatical o de ortografía. También afirma: "Tienes unos seis segundos para captar la atención en un sitio web". Y según la BBC Mundo: “Durante el proceso de contratación, Duncombe encuentra demasiadas aplicaciones con errores de ortografía o errores gramaticales”. En segundo lugar, comparto las apreciaciones del señor William Dutton, director del Oxford Internet Institute en la Universidad de Oxford, quien igualmente concedió sus declaraciones a la BBC Mundo por la misma época que lo hizo Duncombe. Transcribo entonces literalmente lo que se escribió en este medio de información frente a lo que expresó Dutton:  “[…] en algunas partes no estructuradas de internet, como Facebook, hay una mayor tolerancia hacia la ortografía y la gramática” (a los errores, se refiere él). "En estos casos, cuando un consumidor podría estar preocupado por el spam o el phishing, una palabra mal escrita podría ser un problema mortal…" En tercer lugar, presento a James Fothergill, director de educación y habilidades de la CBI, quien en 2011, también conversó con periodistas de la BBC Mundo, y expresó lo siguiente: “Nuestra reciente investigación muestra que el 42% de los empresarios no están satisfechos con las habilidades básicas de lectura y escritura quienes salen de la universidad y casi la mitad han tenido que invertir en cursos de ortografía para obtener habilidades de su personal con la calidad requerida. Esta situación es una preocupación real y el gobierno debe dar prioridad a hacer mejoras a la alfabetización básica y las habilidades numéricas de todos los egresados de la escuela y la universidad". Imagen copipegada de: https://goo.gl/FV04Kv   Y en cuarto lugar, transcribo un comentario de los editores del sitio web “Marketing Online Rentable”, con el cual me identifico plenamente: “La mala ortografía y gramática, las frases y palabras mal utilizadas, e incluso estilos de escritura juveniles se suman a las malas noticias para los negocios. Los consumidores no confiarán en las empresas que no puedan encadenar varias oraciones sin errores o sin sentido alguno. Si no te sientes cómodo escribiendo en tu web, no lo dudes y contrata a un profesional. Si necesitas otra razón de peso para contratar a un profesional, recuerda que Google no es muy aficionado de la mala ortografía y gramática tampoco. Tus rankings de búsqueda podrían sufrir las consecuencias, lo que le dará a tu competencia una mayor ventaja de posicionamiento orgánico”. Apostilla: los invito a que ingresen a Youtube y observen el videoclip: “Do spelling and grammar matter when evaluating content and site quality?” Está subtitulado en idioma español. Enlace directo:  https://goo.gl/aK94mM Fuentes de consulta (las url están convertidas a su versión acortada):  • BBC Mundo -  https://goo.gl/bM9ZpC • Marketing Online Rentable - https://goo.gl/s0xjfg  Social Media y Contenidos.com - https://goo.gl/6DcWuX Imágenes copipegadas de: https://goo.gl/oh5Wun  (Pïxabay: banco de imágenes gratuito) y https://goo.gl/FV04Kv Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co