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Cultura

La deficiencia gramatical y ortográfica reduce ventas por internet
Ortografía y redacción internet

Sí… quién lo creyera, pero es una triste realidad sobre la que vienen hablando, hace más de cinco años, expertos en los negocios y empresas con interacción virtual. Y sienten un mayúsculo desgano –este sí, real– con la siguiente paradoja: las TIC son los canales virtuosos del siglo XXI para entidades públicas y privadas, en aspectos como su mercadeo, ventas, compras, transacciones, etc., sin embargo, ese poderío en línea se ve estropeado por lo que algunos se atreven a denominar como: “simples fallas ortográficas” y por las falencias ortográficas de aquellas personas a quien se les encomienda esta delicada labor, la cual hoy es, una especie de rol “técnico-gramatical-literario”.   Imagen copipegada de: https://goo.gl/oh5Wun  (Pïxabay: banco de imágenes gratuito) Sí… quién lo creyera, pero es una triste realidad sobre la que vienen hablando, hace más de cinco años, expertos en los negocios y empresas con interacción virtual. Y sienten un mayúsculo desgano –este sí, real– con la siguiente paradoja: las TIC son los canales virtuosos del siglo XXI para entidades públicas y privadas, en aspectos como su mercadeo, ventas, compras, transacciones, etc., sin embargo, ese poderío en línea se ve estropeado por lo que algunos se atreven a denominar como: “simples fallas ortográficas” y por las falencias ortográficas de aquellas personas a quien se les encomienda esta delicada labor, la cual hoy es, una especie de rol “técnico-gramatical-literario”. Y valga decir que este fenómeno no solamente se nota en las páginas web y redes sociales en español; también aquellas editadas en otros idiomas, especialmente en inglés, sufren con la deficiencia gramatical y ortográfica, la cual reduce, en muchos casos, las ventas de una empresa digital o la credibilidad de entidades de diverso tipo. Varios puntos de vista… y convergen. A continuación, comparto con ustedes unos pocos conceptos foráneos acerca de este asunto. Y digo pocos, porque al analizar más de diez reflexiones en mi navegación en internet, al final, con distintas palabras e ilaciones, convergen en la misma conclusión, la cual se las cedo a ellos de manera literal. En primer lugar, retomo a Charles Duncombe, director del grupo Just Say Please, de Gran Bretaña, quien además dirige sitios de internet de viajes, teléfonos móviles y ropa. Precisamente, en 2011, este especialista concedió una interesante entrevista a la BBC Mundo (edición electrónica), dejando algunas afirmaciones, las cuales parafraseo: La mala ortografía es un problema serio para la economía en línea. Los errores de gramática y ortografía pueden disminuir a la mitad las ventas de un sitio web. Un análisis de las cifras de un sitio web con faltas de ortografía reveló que esto puede reducir las ventas en línea hasta en un 50 %. “Cuando vendés o comunicas algo en Internet, el 99% del tiempo lo hacés por medio de la palabra escrita”, explicó Duncombe. “Duncombe insiste que a la hora de contratar personal se ha visto sorprendido ‘por la mala calidad de su inglés escrito’”. Duncombe le aseguró a BBC Mundo que: “[…] el gran problema para las empresas en línea no es la tecnología, sino la búsqueda de personal que sepa escribir correctamente”. Duncombe también declaró a BBC Mundo que: “[… es posible identificar el impacto específico de un error de ortografía en las ventas: midió los ingresos de sus visitantes a una página con un error y halló que el ingreso fue dos veces mayor luego de que error se corrigió”. “La ortografía es importante para la credibilidad de un sitio web”, expresó Duncombe. Argumentó también que las preocupaciones del usuario por el flagelo de los fraudes y la seguridad al navegar, obligan tener corrección en lo básico como lo es el aspecto gramatical o de ortografía. También afirma: "Tienes unos seis segundos para captar la atención en un sitio web". Y según la BBC Mundo: “Durante el proceso de contratación, Duncombe encuentra demasiadas aplicaciones con errores de ortografía o errores gramaticales”. En segundo lugar, comparto las apreciaciones del señor William Dutton, director del Oxford Internet Institute en la Universidad de Oxford, quien igualmente concedió sus declaraciones a la BBC Mundo por la misma época que lo hizo Duncombe. Transcribo entonces literalmente lo que se escribió en este medio de información frente a lo que expresó Dutton:  “[…] en algunas partes no estructuradas de internet, como Facebook, hay una mayor tolerancia hacia la ortografía y la gramática” (a los errores, se refiere él). "En estos casos, cuando un consumidor podría estar preocupado por el spam o el phishing, una palabra mal escrita podría ser un problema mortal…" En tercer lugar, presento a James Fothergill, director de educación y habilidades de la CBI, quien en 2011, también conversó con periodistas de la BBC Mundo, y expresó lo siguiente: “Nuestra reciente investigación muestra que el 42% de los empresarios no están satisfechos con las habilidades básicas de lectura y escritura quienes salen de la universidad y casi la mitad han tenido que invertir en cursos de ortografía para obtener habilidades de su personal con la calidad requerida. Esta situación es una preocupación real y el gobierno debe dar prioridad a hacer mejoras a la alfabetización básica y las habilidades numéricas de todos los egresados de la escuela y la universidad". Imagen copipegada de: https://goo.gl/FV04Kv   Y en cuarto lugar, transcribo un comentario de los editores del sitio web “Marketing Online Rentable”, con el cual me identifico plenamente: “La mala ortografía y gramática, las frases y palabras mal utilizadas, e incluso estilos de escritura juveniles se suman a las malas noticias para los negocios. Los consumidores no confiarán en las empresas que no puedan encadenar varias oraciones sin errores o sin sentido alguno. Si no te sientes cómodo escribiendo en tu web, no lo dudes y contrata a un profesional. Si necesitas otra razón de peso para contratar a un profesional, recuerda que Google no es muy aficionado de la mala ortografía y gramática tampoco. Tus rankings de búsqueda podrían sufrir las consecuencias, lo que le dará a tu competencia una mayor ventaja de posicionamiento orgánico”. Apostilla: los invito a que ingresen a Youtube y observen el videoclip: “Do spelling and grammar matter when evaluating content and site quality?” Está subtitulado en idioma español. Enlace directo:  https://goo.gl/aK94mM Fuentes de consulta (las url están convertidas a su versión acortada):  • BBC Mundo -  https://goo.gl/bM9ZpC • Marketing Online Rentable - https://goo.gl/s0xjfg  Social Media y Contenidos.com - https://goo.gl/6DcWuX Imágenes copipegadas de: https://goo.gl/oh5Wun  (Pïxabay: banco de imágenes gratuito) y https://goo.gl/FV04Kv Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

Hacker versus Cracker
Hacker versus cracker

A decir verdad, oriento este artículo en la defensa de los hackers. Ahora bien, inicio con las definiciones técnicas oficiales y sus “encontronazos” con el imaginario popular. Imagen copipegada de: http://bit.ly/2poKV0A A decir verdad, oriento este artículo en la defensa de los hackers. Ahora bien, inicio con las definiciones técnicas oficiales y sus “encontronazos” con el imaginario popular. Indudablemente, la ligereza –ignorancia, en ocasiones– lingüística, replicada además por los medios de comunicación masivos, sigue castigando al hoy tan afamado “hacker”. Para la muestra, pongo como ejemplo el sonado caso de Andrés Sepúlveda Ardila, a quien se le denominó como un “hacker” debido a la supuesta obtención de información confidencial relacionada con dirigentes políticos y de guerrilleros de las Farc y funcionarios de Gobierno relacionados con los diálogos de paz, cuándo él trabajaba con la campaña del excandidato a la presidencia, Oscar Iván Zuluaga. Incluso, en noticias radiales, televisivas y titulares de prensa del 12 de mayo de 2017, todavía se le denomina de esa manera; pongo un ejemplo: “Niegan amnistía al hacker Andrés Sepúlveda” (titular del periódico El Espectador – Sección Judicial – Ver: http://bit.ly/2qiQkp6). Al grano, entonces: hay un anglicismo, que si bien no aparece en el Diccionario de la Real Academia Española, hace parte de las expresiones que han hecho carrera en nuestro medio por cuenta de las nuevas tecnologías. Y si la venimos utilizando cotidianamente, creo que debemos, al menos, saber el contexto real en que se debe usar. ¿Sabían que al “hacker” se le ha satanizado injustamente? Repasando titulares de periódicos, me encontré con uno que dice: “Un año de cárcel a hacker por robar información a usuarios de Sony” (El Colombiano, 9 de agosto de 2013). Par mayor contextualización, transcribo apartes de las explicaciones de especialistas en el tema y que consigna la Fundación del Español Urgente - Fundéu BBVA: “-Hacker: es un investigador que quiere aprender el funcionamiento de los sistemas sin que haya en ello ninguna finalidad delictiva, según el responsable de tecnología de Symantec en España, César Cid. -Cracker: es aquella persona que utiliza la tecnología con fines maliciosos. De la Cueva ha resaltado que el hacker es creativo y constructivo y disfruta averiguando cómo funcionan las cosas, mientras que el cracker destruye y hace daño”.   Imagen copipegada de: http://bit.ly/2qxpr1D   El término inglés cracker significa, de hecho, “romper”, lo cual se reafirma en el sitio web de “informática hoy”: “Los hackers y crackers son individuos de la sociedad moderna que poseen conocimientos avanzados en el área tecnológica e informática, pero la diferencia básica entre ellos es que los hackers solamente construyen cosas para el bien y los crackers destruyen, y cuando crean algo es únicamente para fines personales. El cracker, es considerado un ‘vandálico virtual’” (“Qué es un Cracker?” – Informática hoy). Hasta el Diccionario Panhispánico de Dudas confunde al hacker con un “pirata informático”. Solamente en un medio de comunicación nacional pude descubrir un artículo al respecto, el cual tituló: “El término hacker ha sido estigmatizado” (El Tiempo – 9 de mayo de 2014). Al menos yo, hoy ofrezco mis disculpas a este maltratado personaje y de ahora en adelante me cuidaré realmente del clandestino craker. 15 de mayo de 2017 Créditos: Webgrafía de consulta (los URL tienen técnica de acortamiento aplicado): http://bit.ly/2q6ngB8 , http://bit.ly/2q9fYKW , http://bit.ly/1PCUqdO  y http://bit.ly/2qwxwnq Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

Cultura del lenguaje bélico en la locución futbolera
Lenguaje bélico en el fútbol

Dos aclaraciones voluntarias –y necesarias, creo yo– antes de expresar mis argumentos al respecto de este asunto: uno, se refiere al término “locución”, el cual acoge las dos acepciones más conocidas: la verbal y la referente a la parte escrita o conjunto de vocablos definidos. Y una segunda especificación: para darle cuerpo a este artículo he retomado los términos comunes de ciertos periodistas deportivos, pero dándole una redacción propia –imaginaria– para no comprometer a ninguna persona o medio de comunicación en particular. De hecho, y esto no es ficción, notarán que el nombre del recinto deportivo al que haré referencia hace “homenaje” a un militar histórico en el medio nacional. Culminada la entradilla, va mi locución… Dos aclaraciones voluntarias –y necesarias, creo yo– antes de expresar mis argumentos al respecto de este asunto: uno, se refiere al término “locución”, el cual acoge las dos acepciones más conocidas: la verbal y la referente a la parte escrita o conjunto de vocablos definidos. Y una segunda especificación: para darle cuerpo a este artículo he retomado los términos comunes de ciertos periodistas deportivos, pero dándole una redacción propia –imaginaria– para no comprometer a ninguna persona o medio de comunicación en particular. De hecho, y esto no es ficción, notarán que el nombre del recinto deportivo al que haré referencia hace “homenaje” a un militar histórico en el medio nacional. Culminada la entradilla, va mi locución… Hoy son cotidianas las noticias que en vez de analizar fríamente un encuentro de fútbol, hablan mucho más de lo que pasó en la tribuna o después de un partido con el accionar de algunos (bastantes para mi gusto) revoltosos delincuentes que se camuflan con camisetas que los “declaran” hinchas de un onceno determinado. Y entonces viene mi pregunta-reflexión: ¿el lenguaje descriptivo futbolero aporta sentimientos subliminales –o directos– a la violencia que hoy vivimos en este deporte en el ámbito nacional e internacional? Seamos sinceros. Somos indiferentes –quizá indolentes– o pasa desapercibido para nuestros oídos y ojos, ciertos vocablos empleados por locutores, comentaristas y redactores futboleros; expresiones que tendrían más cabida en una crónica sobre un combate entre fuerzas militares de países que están en guerra. En definitiva, de la riqueza de nuestro idioma español se retoman palabras que realmente se vuelven metáforas de violencia. Se utilizan símiles que buscan dizque enriquecer el léxico futbolero, pero que infortunadamente, en mi opinión, son términos rebuscados que son desacertados, tal vez no gramaticalmente, pero sí desde sus mensajes pendencieros que se vuelven contraproducentes.  O si no, dejo un ejemplo –con nombres propios imaginarios, aunque sí las expresiones verdaderas– de una convocatoria común para invitar a un partido de fútbol: “Deportivo Tapita se pelea el liderato con Atlético Destapador. ¡Será un duelo a muerte para decidir cuál es el mejor. No se lo pierda! Véalo por nuestro canal Peleagol”. Y complementan: “Será una lucha de artilleros: el Bombardero Valenciano y el Misil Restrepo”.  Y como notarán, también somos adictos a los apodos para los deportistas, y algunos de ellos, también con aire belicista: el Mortero Aravena, el Matador Kempes, la Saeta Di Stéfano, el Rifle Andrade, la Flecha Hernández, el Estrangulador Cetíne, entre otros. Esto no es todo. Reseño unas pocas frases “tradicionales” de los comunicadores del ámbito futbolero: “Entró al área y fusiló al arquero”; “Ese equipo se metió en la retaguardia, aguardando el contragolpe”; “Ese disparo era inatajable para la Araña Henao”; “Ese balón fue un metrallazo que perforó la red del portero de los Diablos Rojos”. Estos son enunciados totalmente bélicos. Además, hay otros sutilmente pendencieros: “El defensa marcó a su enemigo con un patadón infame”; “El equipo local perdió el partido pero se batió como un león enfurecido”; “El árbitro fue ciego frente al fuera lugar del ariete caribeño”. Y por supuesto, también están aquellas construcciones gramaticales que pretenden ser “literarias” y diferentes, pero que siguen conteniendo su tono guerrerista: “La escuadra salera se atrincheró en su campo, dejando apenas un guerrero solitario cerca de la zona de ataque del equipo local. Mientras tanto, en el otro frente, todos, en bloque, quemaban sus últimos cartuchos en procura de abrir un boquete en esa amurallada defensa y poder ofrecerles a su fiel hinchada, a esa fanaticada ansiosa de la tribuna, la copa esquiva desde hace varias batallas en el césped del estadio Atanasio Girardot. El gol tenía que llegar para castigar la cicatería del contrario; esa táctica de parapetarse en su reducto no podía resistir la embestida suicida roja. Sin embargo, ni las bengalas alcanzaron para diezmar al enemigo”. Imagen copipegada de: http://bit.ly/2q6NoMo En suma, no pretendo asegurar que la culpa de la cultura de la violencia o de las conductas reprochables de algunas fanaticadas como se les denomina comúnmente, se cimentan solamente en el empleo de un lenguaje belicista y pendenciero por parte de muchos comunicadores deportivos. Sin embargo, creo que este gremio podría aportar a la erradicación de una cultura de imaginarios violentos, y por el contrario, aportar a un ambiente más civilista y tolerante, buscando pulir cada vez más su léxico y composición literaria alrededor del fútbol, ofreciéndolo y promocionándolo como lo que es: un simple y sano encuentro deportivo, despojándolo, con las palabras apropiadas, del marco guerrerista que hoy contextualiza el balompié en nuestro medio. Y no hay excusas, porque los vocablos adecuados y precisos, el español nos los ofrece por doquier. Todos deberíamos poner en práctica esa reflexión del escritor y empresario Robin Sharma: “Las pequeñas mejoras diarias producen con el tiempo increíbles resultados. Yo lo llamo efecto multiplicador. Los pequeños actos inteligentes que se realizan todos los días se multiplican hasta alcanzar un éxito inimaginable”. Y esto es válido en cualquier ámbito. Recordemos que las palabras mal utilizadas, inoportunas o impertinentes pueden volverse, no importa sí es un contexto diplomático o deportivo, en estandartes de intolerancia, maltrato, violencia, enemistad o muerte, sin importar el idioma o dialecto. Apostilla: es satisfactorio escuchar del ciclista Fernando Gaviria, sensación en el Giro de Italia 2017, que no quiere que la prensa deportiva de Colombia lo llame: “El Misil”, porque “eso significa guerra”, tal como lo reseñó la revista Semana el pasado 11 de mayo de 2017. “El corredor colombiano sabe que es un embajador en el exterior y no quiere estar asociado con nada que tenga que ver con la violencia que ha vivido nuestro país”. (Revista Semana – Versión electrónica – 11 de mayo de 2017. Ver: http://bit.ly/2r9DwzB ) Fanático: 1. adj. Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. U. t. c. s. / 2. adj. Preocupado o entusiasmado ciegamente por algo. (DRAE) 15 de mayo de 2017 Créditos: Webgrafía de consulta (los URL tienen técnica de acortamiento aplicado): http://bit.ly/2q9LPLy  , http://bit.ly/2pD3toV Por: César Augusto Muñoz Restrepo Corrector de estilo institucional de Uniremington cmunoz@uniremington.edu.co

El futuro de la cultura también habla español
El futuro de la cultura también habla español

El título de este artículo me acerca a una de las conclusiones de: “Futuro en español”, evento internacional que se llevó a cabo en Medellín el 29 y 30 de noviembre de 2016. Juan Luis Mejía, rector de la universidad Eafit, y el escritor Conrado Zuluaga sostuvieron una amena charla sobre Gabriel García Márquez t y su obra “Cien años de soledad”. Foto: cortesía César Augusto Muñoz R. El título de este artículo me acerca a una de las conclusiones de: “Futuro en español”, evento internacional que se llevó a cabo en Medellín el 29 y 30 de noviembre de 2016. Vale decir que al evento, sus mismos organizadores lo han catalogado como: “El evento más relevante sobre OPORTUNIDADES CULTURALES y de NEGOCIO que conecta el mundo hispanohablante” (el resaltado es propio). Así, en este contexto, se realizaron diversas charlas en el Museo de Arte Moderno de Medellín, lideradas por presidentes de compañías de gran importancia en Colombia y España, así como escritores, filólogos, académicos, periodistas, directores de medios de comunicación, alcaldes y secretarios. En realidad, fueron diferentes las miradas del futuro en español, enfatizando en los aspectos económicos y culturales que unen a los países de habla hispana y la proyección de convertirse en un idioma que refuerce proyectos económicos y socioculturales con otras naciones donde el inglés es el idioma oficial. Al respecto, el periódico El Colombiano, uno de los organizadores en Colombia de este certamen internacional, publicó algunas conclusiones de interés que comparto con los lectores de Edublog Uniremington: • “Del español como una lengua para la cultura, el arte, el cine, el periodismo, para entender los contextos socioculturales; también como un puente que posibilita intercambios comerciales y negocios y como un lazo que hermana y ayuda a pensar y a desarrollar estrategias conjuntas para ser sostenibles y vivir mejor. De todo esto se habló en la primera jornada de Futuro en Español, el evento en el que, literal y metafóricamente, hablamos en un mismo idioma”. • “El español está vigente y es un capital que compartimos los 20 países que lo tenemos como lengua oficial. Es un puente que nos une y que permite que circulen a través de él nuestras ideas, empresas, negocios, artes, culturas, modos de ser y pensar. Esto, que le ocurre a muy pocas lenguas y países en el mundo, es un enorme potencial del que todavía nos queda mucho por explorar”. • “El escritor, Juan Francisco Ferré, recordó cómo las lenguas están vivas y cómo la literatura contribuye a esa vida a través de las múltiples interpretaciones y miradas sobre la realidad. ‘Un escritor no debe preocuparse por ser incomprendido. Nunca lo será. La literatura es la complejización de los discursos y la lengua y eso es lo que me gusta cuando escribo, poner a funcionar la maquinaria del lenguaje’”. • “‘Este es un mundo nuevo, con paradigmas diferentes, que nos retan a atender a clientes con gustos disímiles. Aún cuando hablen el mismo idioma, el reto es darles soluciones a todos’, aseguró el presidente para América Latina de Microsoft, César Cernuda”. Cibergrafía: https://goo.gl/IY0ofE, https://goo.gl/QIyVNd, https://goo.gl/HIG6E8

Redacción SEO
Redacción SEO

A propósito del estreno de Edublog Uniremington, creo pertinente compilar y resumir algunas pautas fundamentales para redactar contenidos en esta evolución hacia el ciberespacio. Y para el efecto, es válido referirme y dedicarle unas líneas al concepto de “SEO” y su implicación directa en la redacción para internet.  Escritura evolutiva hacia el ciberespacio A propósito del estreno de Edublog Uniremington, creo pertinente compilar y resumir algunas pautas fundamentales para redactar contenidos en esta evolución hacia el ciberespacio. Y para el efecto, es válido referirme y dedicarle unas líneas al concepto de “SEO” y su implicación directa en la redacción para internet. ¿SEO? SEO es el acrónimo de Search engine optimization. En nuestro idioma español se refiere a la optimización para motores de búsqueda o posicionamiento en buscadores en internet (Google, Bing, Yahoo…). El SEO se ha convertido paulatinamente en una metodología o manual de redacción optimizada para los buscadores web, en procura de que ciertos contenidos tengan una preferencia –o una mayor opción– a la hora de posicionarse en internet. Una empresa, un bloguero, una editorial, un periódico en versión electrónica, etc., deben tener en cuenta ciertos parámetros de la redacción SEO para ser más “visibles y preferidos” en el ambiente virtual o informático. En ese sentido, expertos en este campo, apuntan que los artículos que se publiquen en estos canales deben estar pensados para este tipo de buscadores, claro está –lo reconocen–, sin dejar a un lado la necesidad e inteligencia de los usuarios fieles y esporádicos, los cuales, finalmente son los que importan. En lenguaje técnico, “La razón más importante por la que es necesario el SEO es porque hace más útil tu página web tanto para los usuarios como para los motores de búsqueda […] El SEO es necesario para ayudar a los motores de búsqueda a entender sobre qué trata cada página y si es o no útil para los usuarios”. (Ver: https://goo.gl/CZxweh) Consejos para una escritura SEO Describo una reseña de aspectos primordiales para tener en cuenta al momento de escribir un artículo para internet: título con “gancho”, es decir que seduzca –pero que no mienta–; extensión pertinente; descripción clara y concisa; contenido aportante o novedoso (siempre tengamos en cuenta al público al que nos dirigimos y escribamos acorde con esa audiencia); palabras clave y un texto que permita una lectura ágil. Para ampliar lo anterior, acudí al sitio web de Gerencie.com de donde retomé algunas pautas para una adecuada redacción SEO (ver: http://goo.gl/OMcgq3): • “¿Elegir un título con las palabras clave a posicionar o con enganche? Lo ideal es priorizar ambos aspectos, pero puede funcionar mucho mejor un título con las palabras clave”. Igualmente, hay que integrar al escrito subtítulos concisos y pertinentes para subdividir el texto y facilitar su exploración o lectura. • Contenidos: “…deben ser informativos, relevantes y que aporten algo nuevo”. Lo cierto es que no debe perderse el estilo de una redacción natural y accesible. • Extensión: “…dependerá del tipo de artículo, del tema y de diversos aspectos. Hay quien piensa que los artículos deben ser de más de 500 palabras, aunque en ciertos casos más de 200-300 es más que suficiente; y de hecho en ocasiones los temas no dan más de sí”. En general, debemos procurar que haya una idea por párrafo y que este no sobrepase las cinco líneas de un formato estándar. • Palabras clave: “Aunque hasta ahora se abusaba mucho de la palabra clave para posicionarse mejor en los buscadores, lo ideal ahora es utilizarla con precaución y tender a variaciones de la palabra clave objetivo”. • Recursos complementarios: “…utilizar las negritas (para destacar lo importante), las etiquetas (optimizando para seo), imágenes también optimizadas para seo (para complementar los contenidos), material gráfico como vídeos y todo aquello que sea necesario. Además de esto, poner enlaces a otros contenidos relevantes (de la misma web u otras externas) también está bien valorado siempre que se note como una estrategia natural”. En conclusión, escribir para internet implica variar el estilo de la redacción y de cierto modo, la estructura del escrito mismo. Lo recomendable es que tengamos dos listados de pautas a la mano: uno para medios impresos y hablados, y otro, para canales electrónicos o digitales. Las obras literarias son caso aparte. Apostilla: no escribamos solo para atraer visitas en una página web; no asumamos una actitud mecanizada; seamos siempre aportantes, ajustados e inclusivos en los contenidos que viajan por el ciberespacio. Imágenes copipegadas de: https://goo.gl/DBeCxQ y http://goo.gl/0NgjNN